Aquí puedes ver varios tipos de lechuga en el interior de una centrífuga (Fuente). |
Obviamente, sobre gustos no hay nada escrito, pero lo que aquí vamos a ver es la forma correcta de elaborar una ensalada desde un punto de vista objetivo. Como siempre, comencemos por el principio…
LA LECHUGA
- Beluga o Iceberg: su cogollo es redondo, apretado y denso. Sus hojas son grandes, prietas y crujientes, verdes por fuera y más blancas conforme se acercan al tronco. Carece casi por completo de sabor, pero se utiliza mucho debido a su
crujiente textura y la facilidad para cortarla finamente. Es la variedad
más habitual en las regiones donde no se da naturalmente la lechuga, ya que puede cultivarse en tanques hidropónicos.
- Lechuga romana o española: sus hojas son alargadas y de color
verde oscuro, menos gruesas que las iceberg, pero gruesas y crujientes.
Se agrupan de forma poco
apretada alrededor de un tronco, sin formar un verdadero cogollo. En España se conoce
como «oreja de mulo».
- Lechuga butter-head o mantecosa: su cogollo es redondo y sus hojas finas de textura mantecosa. Tiene un sabor delicado pero intenso. Esta lechuga, que también se conoce como «Boston», es muy similar a la lechuga Iceberg, pero de menor tamaño.
- Lechuga Batavia: es similar a la anterior. Su cogollo es suelto, sus hojas rizadas
y su textura mantecosa. Su color verde se convierte en rojizo en los
extremos de las hojas.
- Lechuga hoja de roble: sus hojas son onduladas y de tonalidades verdes y marrones. A diferencia de las anteriores, no es una variedad de Lactuca sativa, sino una variedad de achicoria (Cichorium intybus).
¿Qué características debe reunir la lechuga que adquiramos?
Evidentemente la variedad elegida dependerá de tus gustos personales, pero independientemente de cuáles sean estos, hay una serie de características que nos pueden orientar para asegurarnos de que la lechuga sea lo más fresca posible: sus hojas deben ser firmes y turgentes, de color intenso y sin los bordes quemados.
¿Qué implica eso?
Como puedes ver por su túnica, la de la imagen es un lechuga romana (senadora, para más señas). (Fuente) |
Preparando la lechuga
EL ALIÑO
En la primera imagen puedes ver la proporción que debe emplearse: tres partes de aceite y una de vinagre. En la imagen inferior puedes ver la emulsión que se forma después de agitar, formada por una fase continua (aceite) y una fase continua (pequeñas gotas de vinagre). |
Un poco de mostaza, aceite, vinagre y sal, agitamos y ya tenemos lista una deliciosa vinagreta. (Fuente) |
la cutícula cérea que cubre su superficie. Si esto sucede, el color y la textura de la lechuga pueden verse alteradas. La sal y el vinagre provocan la salida del agua del interior de las células, mientras que el vinagre y el aceite alteran el color de las hojas al atrapar el aire que por refracción de la luz les da ese intenso color verde.
Recuerda que este martes día 15 de mayo finaliza el pequeño concurso que hemos organizado para celebrar el cumpleaños del blog. ¡Anímate y participa!
Fuentes
http://verduras.consumer.es/documentos/hortalizas/lechuga/intro.php
buen sitio, mem sirvio de gran ayuda pues vivo solo y no se me da bien la cocina ¡¡