Actualización (09/11/2019): las recomendaciones sobre el consumo de pescado en relación con su contenido en mercurio han sido modificadas. Puedes leerlo aquí y ver una infografía actualizada al continuación.
Recomendaciones
- Mujeres embarazadas o que puedan llegar a estarlo o en período de lactancia. Evitar el consumo
- Niños desde 0 hasta 10 años. Evitar el consumo
- Niños 10-14 años. Limitar a no más de 120 g al mes
Recomendaciones sobre el consumo de pescado en relación con su contenido en mercurio (Fuente) |
MERCURIO Y PESCADO
El mercurio está presente en el mar, principalmente como consecuencia de la actividad industrial (aquí se puede ver un ejemplo reciente).
El mercurio comenzó a considerarse como un peligro medioambiental para la salud en los años 50 del siglo XX, a partir de una intoxicación masiva por metilmercurio que tuvo lugar en la Bahía de Minamata (Japón). La gravedad de aquel episodio (se estima que en el año 1956, cuando se descubrió el caso, murieron 46 personas), es la razón por la cual la intoxicación por mercurio recibe el nombre de enfermedad de Minamata. En 1968, el gobierno japonés anunció que la causa de la intoxicación era la ingestión de pescado y marisco contaminado por los vertidos al mar realizados por la empresa petroquímica Chisso. A día de hoy, más de 50 años después del descubrimiento del caso, el área sigue afectada.
Toxicidad
El mercurio es un metal pesado que casi todo el mundo conoce bien debido a sus características, especialmente a su facilidad para agruparse y separarse en «gotitas». Por cierto, esa característica nos llevó a más de uno (inconscientes de nosotros) a jugar con él cuando éramos niños (cada vez que se rompía un termómetro, por ejemplo).
Su toxicidad depende de su forma química, tipo y dosis de exposición y edad del consumidor. Y es que el mercurio puede presentarse en diferentes formas químicas, tóxicas todas ellas por inhalación, contacto e ingestión: vapor de mercurio, mercurio iónico o metilmercurio. En el caso que nos ocupa, es el metilmercurio (su forma orgánica) el que nos interesa, ya que es la forma química más tóxica por ingestión (se absorbe en mucho mayor medida que el resto) y es la que está presente en mayor cantidad en los pescados.
Si se consume pescado contaminado con mercurio, éste se almacena principalmente en el cerebro, el hígado y el riñón. También se almacena en el resto del organismo, ya que se trata de un compuesto liposoluble, lo que hace que su eliminación (a través de las heces, la orina, las uñas y el pelo) sea lenta. Esta lentitud en su eliminación provoca que se vaya acumulando en el organismo cada vez que ingerimos pescado contaminado, motivo por el cual se recomienda espaciar la ingesta de este pescado (así el organismo tendrá tiempo de eliminar el mercurio antes de acumular más).
En casos extremos, la ingestión de grandes cantidades de metilmercurio provoca una intoxicación crónica, que afecta principalmente al sistema nervioso central y que se manifiesta en forma de diferentes síntomas, como parestesia, ataxia o disartria. En el caso de mujeres embarazadas, puede afectar al desarrollo neuronal del feto, así como en niños de corta edad.
¿Qué pescado contiene más mercurio?
Algunas de las especies con más probabilidad de presentar contaminación por mercurio son: atún, emperador (pez espada), marrajo o tintorera. (Las recomendaciones de la AESAN se refieren concretamente a atún rojo, tiburón, pez espada y lucio). Esto se debe a que son especies situadas en lo alto de la cadena trófica, lo que hace que no sólo acumulen el metilmercurio del mar, sino que también acumulan el del resto de especies menores cuando las ingieren.
¿Dejo de comer pescado?
Es importante saber que el pescado (especialmente el pescado azul) es una parte muy importante de la dieta: sus proteínas son de elevada calidad (presentan aminoácidos esenciales y son fáciles de digerir), así como su grasa (presenta ácidos grasos esenciales, como omega 3) y sus vitaminas (A, D, E, B6, B12). Por ello hay que tener en cuenta la relación riesgo-beneficio. En este caso (excluyendo a los grupos de riesgo: mujeres embarazadas y niños menores de 12 años), los beneficios son mucho mayores que los riesgos, por lo que deberíamos seguir consumiendo pescado. Eso sí, consumiendo las especies mencionadas con moderación.
La polémica
Fuentes
– Soria, M.A. y Repetto, M. (1995). Estado actual de la toxicologia del mercurio. En: Toxicología Avanzada. Ediciones Díaz de Santos S.A. Madrid.
– Alexander, J.; Autrup, H.; Bard, D.; Bergsten, C.; Carere, A.; Guido Costa, L. et al. (2004) Opinion of the Scientific Panel on Contaminants in the Food Chain on a request from the Commission related to mercury and methylmercury in food. The EFSA Journal, 34, 1-14.
Uf no tenía idea de todo esto, me han enviado desde meneame para informarme. Bueno bueno el blog!!