Antes de nada, recordemos brevemente lo que vimos en el artículo anterior…
Resumen del artículo anterior
- Es muy poco probable que las pérdidas de agua en la carne obedezcan a tratamientos veterinarios fraudulentos (inyección de hormonas, anabolizantes, etc.): según datos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) correspondientes al año 2010, de los 736.806 animales que se analizaron en busca de residuos farmacológicos y otros contaminantes, solamente se encontraron disconformidades en un 0,33% de los casos.
- Aunque no dispongo de datos al respecto, me atrevería a afirmar que es poco probable que las pérdidas de agua se deban a la inyección no declarada de agua y aditivos sobre la carne, ya que se trata de un fraude fácilmente detectable. (Más información en el segundo comentario)
- La explicación más probable es que esas pérdidas de agua obedezcan a causas múltiples y variadas, entre las que se encuentran algunos factores intrínsecos (como la especie, raza y edad del animal, el régimen de explotación, la alimentación o el tipo de músculo y su composición) y otros factores extrínsecos que conoceremos a continuación.
Y ahora sí, continuemos donde lo habíamos dejado; comenzando, como siempre, por el principio…
La carne y el agua
Estructura del músculo
Para que te hagas una idea, a primera vista la organización del músculo se parece a la de un cable eléctrico (salvando las distancias). Como puedes observar en la siguiente imagen (mírala bien porque te ayudará a comprender este artículo), el músculo está formado por fascículos, que no son más que grupos de células alargadas que reciben el nombre de fibras musculares. En el interior de cada una de estas células se encuentran las miofibrillas, estructuras alargadas que están formadas por filamentos (miofilamento fino y miofilamento grueso). Estos filamentos, que son los que hacen posible la contracción muscular, están constituidos por proteínas (sobre todo por actina y miosina, respectivamente). En resumen, tenemos, de mayor a menor grado de organización: músculo-fascículo-fibra muscular-miofibrilla-miofilamentos grueso y delgado (formados estos últimos por miosina y actina, respectivamente). Tanto las fibras musculares, como los fascículos y los músculos se encuentran rodeados por diferentes membranas de tejido conectivo (endomisio, perimisio y epimisio, respectivamente). También debes saber que la unidad anatómica y funcional del músculo se llama sarcómero.
Composición físico-química
Ahora que conoces la estructura del músculo, ¿cuál dirías que es su componente mayoritario? Mucha gente piensa que la carne está constituida principalmente por proteínas. Sin embargo, éstas se encuentran en una proporción de apenas un 20% aproximadamente. Aunque eso no quiere decir que no sean importantes, ni mucho menos. Entre ellas podemos distinguir varios tipos:
- proteínas miofibrilares: son las proteínas que forman la estructura de las células musculares. Las más importantes son la actina y la miosina que, como acabamos de ver, son las responsables de la contracción muscular.
- proteínas sarcoplasmáticas: se trata de proteínas solubles en agua. Entre ellas podemos destacar algunas, como las enzimas endógenas o la mioglobina, principal responsable del color de la carne (algo sobre lo que ya hablamos anteriormente aquí y aquí).
- proteínas del estroma: estas proteínas forman estructuras como los tendones y el tejido que rodea las fibras musculares.
Retomando la pregunta anterior, el componente mayoritario de la carne no es otro que el agua, que se encuentra en una proporción aproximada del 75%. Sabiendo esto, quizá ahora ya no te parezca tan extraño que la carne pierda agua. Parece que lo que habría que preguntarse más bien es cómo es posible que tanta agua permanezca en el interior del músculo sin escapar al exterior… Pues bien, el agua se encuentra en el músculo básicamente de tres formas:
- Agua ligada. Representa alrededor de un 1% del total. Se trata de agua que está fuertemente unida a las proteínas miofibrilares (recuerda: actina y miosina). Este agua no se congela aunque la carne se conserve a temperaturas de congelación, ni se pierde cuando se aplica calor para cocinarla.
- Agua atrapada o inmovilizada. Representa la mayor parte del agua del músculo (en torno a un 85% del total). Se encuentra retenida en la superficie de las proteínas miofibrilares y del agua ligada, concretamente, en el interior del miofilamento grueso y entre el miofilamento grueso y el miofilamento delgado. En definitiva, la mayor parte del agua del músculo se encuentra dentro de las miofibrillas. Parte de este agua puede ser desplazada como consecuencia de una alteración de la estructura de las células musculares (por ejemplo, cuando se congela o se calienta la carne) y/o por cambios en el pH. Más adelante veremos esto con más detenimiento.
- Agua libre. Se encuentra en el exterior de las miofibrillas, retenida débilmente por capilaridad. Este agua se pierde fácilmente, por ejemplo cuando aplicamos presión sobre la carne.
Composición del músculo esquelético (Fuente) |
A pesar de que no suele recibir mucha atención por parte del consumidor (excepto en el caso que nos ocupa), el agua tiene una gran importancia sobre las propiedades organolépticas de la carne, ya que determina su aspecto (color, brillo) y su textura (jugosidad, firmeza, terneza, palatabilidad), e influye sobre su sabor y su aroma. No hay que olvidar además su importancia económica: si la carne pierde agua, significa que también pierde peso, y eso se traduce en una pérdida de dinero, tanto para el productor (primero), como para el consumidor (después). Así, cobra vital importancia en la carne un parámetro que se conoce como capacidad de retención de agua (CRA) y que como puedes deducir por su nombre, se define como la capacidad de la estructura muscular para retener de manera firme su propio agua, o bien el agua añadida, incluso ante determinadas influencias externas, tales como presión, calentamiento, etc. Ahora bien, hay que aclarar cuando decimos que un filete pierde agua, lo que en realidad pierde es agua acompañada de otros compuestos solubles, como proteínas sarcoplasmáticas (mioglobina, enzimas, etc.), aminoácidos y vitaminas hidrosolubles, así que es más preciso hablar de «exudado» (de todos modos, en este artículo nos referiremos indistintamente a ambos términos).
Factores físico-químicos que influyen sobre la CRA
En esta imagen esquemática se representan proteínas pertenecientes a carne con diferentes valores de pH y por lo tanto, con diferentes cargas netas: A. carga neta posiviva; B. carga neta neutra (en la mayoría de las proteínas de la carne se alcanza a pH=5,1, que es por tanto su punto isoeléctrico), C. carga neta negativa. (Fuente). |
En esta imagen esquemática puedes ver cómo influye la carga de las proteínas sobre el espacio entre ellas. En la imagen B. predominan las cargas negativas, por lo que las proteínas se repelen, aumentando la distancia entre ellas, todo lo contrario a lo que ocurre en el caso A. (Fuente) |
Efectos estéricos
Como puedes ver en esta imagen esquemática, el estrechamiento de las fibras musculares provocan la salida de agua al exterior. (Fuente) |
Factores Extrínsecos
En esta imagen de un chuletón de buey se puede apreciar el jugo que se pierde por goteo. (Fuente)
|
1. Estado metabólico del animal antes del sacrificio
En esta imagen se puede apreciar cómo influye el descenso del pH sobre la calidad de la carne. En el centro se muestra la carne normal, y a los lados, dos carnes defectuosas: la primera (carne PSE: pálida, blanda y exudativa) pierde demasiada agua debido a una bajada muy rápida del pH después del sacrificio; la segunda, sobre la que hablaremos en otra ocasión (carne DFD: oscura, firme y seca), no pierde apenas agua debido a que mantiene un pH elevado. (Fuente) |
2. Manejo de la canal
3. Maduración
4. Troceado
5. Almacenamiento a temperaturas de refrigeración
En esta imagen puedes apreciar la esponja que se incluye en las bandejas destinadas al envasado de carne. |
6. Congelación/descongelación
7. Cocinado
Lo normal es que la carne pierda cierta cantidad de agua cuando se cocina. (Fuente) |
Lo que ocurre a medida que aumenta la temperatura es lo siguiente:
- A 40ºC el agua atrapada en el interior de las miofibrillas comienza a salir, acumulándose en el interior de las fibras musculares (es decir, pasa de ser agua atrapada a ser agua libre, que se puede perder con mayor facilidad).
- A 50ºC la miosina comienza a coagular, otorgando cierta firmeza a la carne. A medida que estas proteínas comienzan a unirse entre sí, van expulsando parte del agua que había entre ellas. Este agua se acumula alrededor de los grupos de proteínas solidificadas y finalmente es liberada al exterior a través de la membrana de tejido conectivo que las rodea. En la carne troceada (filetes, chuletas, etc.) el agua escapa además a través de los extremos de las fibras que fueron dañadas por el corte, es decir, por la superficie de corte.
- A 60ºC la mayoría de las proteínas del interior de las fibras musculares comienza a coagular y dichas fibras se van agregando entre sí, formando conjuntos de fibras rodeadas de jugo.
- Entre 60-65ºC la carne encoge repentinamente de forma muy notable y libera una enorme cantidad de jugo. Esto sucede por la desnaturalización del colágeno presente en las membranas de tejido conjuntivo que rodea las células. Estas membranas encogen y ejercen presión sobre las células llenas de líquido.
- Si el calentamiento continúa, la carne será progresivamente más seca, más compacta y más firme. A 70ºC se desnaturaliza la actina y el colágeno del tejido conectivo comienza a disolverse en gelatina. Con el tiempo, el tejido conectivo se ablanda adquiriendo textura gelatinosa y las fibras musculares que fueron unidas fuertemente comienzan a separarse. Las fibras todavía son firmes y secas, pero ya no forman una masa compacta, así que la carne parece más tierna.
Dorar la carne no evita la salida de jugo, pero aporta buen color, aroma y sabor. (Fuente) |
¿Y qué hay de la sal?
Fuentes
– James, S.J. y James, C. (2002). Meat refrigeration. Woodhead Publishing Ltd. y CRC Press LLC, Florida, Estados Unidos.
– Kauffman, R.G.; R.G. Cassens, R.G.; Scherer, A. y Meeker, D.L. (1992). Variations in pork quality; history, definition, extent, resolution. A National Pork Producers Council Publication. NPPC. Washington, D.C. EEUU.
– McGee, H. (2004). On food and cooking. The science and lore of the kitchen. Ed. Scribner, Nueva York, EEUU.
– Moreno García, B. (2006). Higiene e inspección de carnes-I. Ed. Díaz de Santos, Madrid, España.
– Stetzer, A. J. y McKeith, F. K. (2003). Benchmarking value in the pork supply chain: Quantitative strategies and opportunities to improve quality Phase 1. Savoy (IL): American Meat Science Association.
– Toldrá, F. (2010) Handbook of meat processing. Ed. Wiley-Blackwell. Iowa, EEUU.
http://www1.lsbu.ac.uk/water/kosmos.html
http://www.pork.org/filelibrary/Factsheets/PIGFactsheets/NEWfactSheets/12-04-05g.pdf
http://www.efsa.europa.eu/en/supporting/doc/212e.pdf
http://www.uco.es/servicios/nirs/fedna/capitulos/99CAP8.pdf
http://www.steamykitchen.com/163-how-to-turn-cheap-choice-steaks-into-gucci-prime-steaks.html
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17988245
http://dorarnosella.com/2011/11/27/dorar-nosella-los-jugos/
http://www.amazingribs.com/tips_and_technique/mythbusting_searing_seals_in_juices.html
Imágenes
http://chicolockersausage.files.wordpress.com/2012/01/grilled-rare-steak.jpg
http://cseverino.galeon.com/aficiones1854961.html
http://static.enterbio.es/media/catalog/product/cache/1/image/9df78eab33525d08d6e5fb8d27136e95/c/a/carne-picada-ternera-avilena.jpg
Muy interesante