Arrancó un blog para los amigos, Gominolas de petróleo , en el que regala conocimiento sobre los alimentos para evitarnos engaños publicitarios. “Sí, toda esa cantidad de mensajes que tanto nos despistan y nos confunden y que hacen que comamos tan mal”. Ahora ese blog se ha convertido en una forma de vida. Las gominolas de petróleo son un mito como tantos: bébete el zumo que se le van las vitaminas, o no te tragues los chicles que se pegan a las tripas. “Las empresas nos dan lo que pedimos, si queremos que las frutas no se vendan en plástico no debemos comprarlas, y no consumamos animales que han pasado su vida en jaulas si eso no nos gusta. Vamos despistados, tomamos cosas insanas pensando que son sanas: galletas bajas en grasas con vitaminas y minerales; mejor una manzana. Lo explica en Que no te líen con la comida (Destino).
Seguir leyendo la entrevista en La Contra de La Vanguardia (por Ima Sanchís)
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