Cuando hacemos la compra nos encontramos con una enorme variedad de productos, así que no disponemos de tiempo para observar cada uno de ellos con detalle. Por eso las decisiones que tomamos suelen ser muy rápidas y poco meditadas, de modo que nos guiamos más por las emociones que por motivos racionales. Las empresas lo saben bien y por eso muchas utilizan recursos para sacar provecho de ello. De ahí que, además de aprender a leer las etiquetas para saber lo que compramos, también sea importante saber reconocer cuáles son los elementos del envase que nos pueden despistar. Te los mostramos en este artículo. (Seguir leyendo en Consumer)
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