Caballo por vaca. Cronología de un escándalo.

Como sabrás, el pasado mes de enero se dio a conocer la presencia de carne de caballo en hamburguesas de ternera comercializadas en Irlanda. En un principio parecía que el fraude no iba a pasar de ahí, pero casi un mes después afecta ya a varios productos elaborados por distintas empresas y distribuidos en varios países de Europa. ¿Quieres conocer los detalles de este escándalo? (Nota: este post se irá actualizando a medida que se conozca más información).

16 de enero. Se desata el escándalo: las hamburguesas de Irlanda.

La Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda (FSAI) hace públicos los resultados de un estudio rutinario en el marco de un programa de vigilancia sobre el etiquetado de los alimentos, destinado específicamente a verificar el tipo de especie animal en productos cárnicos. Concretamente se analizó la presencia de ADN bovino, porcino y equino en embutidos, hamburguesas y comidas preparadas de carne (como por ejemplo, lasaña o empanada). En algunos de estos productos (que solamente declaraban carne de ternera en su etiquetado) se encontró presencia de ADN de cerdo, aunque en niveles muy bajos, por lo que la FSAI no considera oportuno realizar una investigación adicional al respecto, ya que «su presencia puede ser involuntaria, debida a la transformación de diferentes especies de animales en la misma planta». Por otra parte, en algunos de los productos analizados se encontró ADN de caballo, algo que, independientemente de la cantidad presente, ya constituye un escándalo en sí mismo, ya que a diferencia de lo que ocurre en países de la Europa continental, como Francia, Italia o España, el consumo de carne de caballo es tabú en Irlanda (al igual que sucede en otros países, como Estados Unidos o Reino Unido). 

Pero, ¿qué cantidad de carne de caballo contenían las hamburguesas analizadas? De las 21 hamburguesas que se analizaron, se detectó ADN equino en 10 de ellas. En nueve de estas diez hamburguesas la cantidad de carne de caballo detectada fue muy baja (en una, la cantidad era del 0,3%; en cinco, inferior al 0,1% y en tres, se encontraba por debajo del límite de cuantificación). En principio, esto no justificaría una investigación adicional en cualquier otro país productor de carne de caballo (como los que ya hemos mencionado), ya que su presencia se podría explicar por la transformación de diferentes especies animales en la misma planta. Pero, ¿cómo se explica esto en un país en el que la carne de caballo es tabú? En principio, podría ser posible: sin ir más lejos, el pasado año 2012 se importaron de forma legal 11,5 toneladas de carne de caballo. En cualquier caso, lo verdaderamente escandaloso, es que una de las hamburguesas analizadas contenía un 29,1% de carne de caballo, lo que constituye un fraude en toda regla. 

Según el comunicado de la FSAI, las hamburguesas en las que había presencia de ADN equino fueron producidas por dos plantas en Irlanda (Liffey Meats y Silvercrest Foods) y una planta en el Reino Unido (Dalepak Hambleton) y estaban a la venta en varios comercios: Dunnes Stores, Lidl, Aldi, Iceland y Tesco. Estas empresas distribuidoras retiran inmediatamente del mercado los productos bajo sospecha (unos diez millones de hamburguesas), piden disculpas a sus clientes y, en general, delegan responsabilidades en sus proveedores. Esto es lo que hace por ejemplo la empresa Tesco, la mayor cadena de supermercados del Reino Unido, que es quien comercializaba la hamburguesa con un 29,1% de carne de caballo (concretamente ‘Hamburguesas de Ternera Congeladas Tesco Everyday Value’ en envase de 8 unidades [397g]). Tras retirar varios productos bajo sospecha y pedir disculpas a sus clientes, esta empresa anuncia medidas para evitar nuevos casos (de ahora en adelante someterá a sus productos cárnicos a controles basados en análisis de ADN) y señala a su proveedor como responsable del suceso. El proveedor no es otro que Silvercrest Foods, empresa perteneciente a ABP Food Group, la mayor compañía proveedora de carne de ternera en Europa, propiedad del empresario irlandés Larry Goodman.

Tesco Everyday Value. Hamburguesas de ternera congeladas en las que se detectó hasta un 29,1% de carne de caballo. (Fuente)

La FSAI especifica que la presencia de ADN de caballo en hamburguesas de ternera es un caso de fraude, pero no existe riesgo para la salud del consumidor.  Se llegó a esta conclusión después de evaluar la presencia de bacterias y de residuos de medicamentos. Concretamente, se buscó la presencia de fenilbutazona, un medicamento utilizado en caballos que no está permitido en la cadena alimentaria, obteniéndose resultados negativos en todos los casos.

Por otra parte, el Ministro de Agricultura irlandés, Simon Coveney, señala que el origen de esta carne podría estar en España y Holanda, unas declaraciones precipitadas que, como veremos más adelante, resultan ser desafortunadas, ya que días después se señala a Polonia como el posible país de procedencia.

17 de enero
Como consecuencia de este escándalo, la compañía ABP Food Group cierra de forma temporal su planta Silvercrest Foods. Otras importantes empresas distribuidoras, como Asda, Sainsbury’s y The Co-op retiran del mercado los productos suministrados por ABP.

En España, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, emite un breve comunicado en el que informa del caso y aclara que «está en permanente contacto con la FSAI, la cual ha garantizado desde el principio que no existe ningún problema de seguridad alimentaria».

23 de enero
Burger King anuncia que, como medida de precaución, deja de comprar carne a Silvercrest Foods, empresa que le suministraba hamburguesas para sus tiendas en Reino Unido e Irlanda.

La empresa Burger King también se vio salpicada por el escándalo de la carne de caballo. (Fuente)

25 de enero

El Departamento de Agricultura de Irlanda revela que durante la última semana ha recogido más de 130 muestras de hamburguesas e ingredientes en las instalaciones de Silvercrest Foods.

Por su parte, la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (Food Standards Agency), organismo independiente del gobierno del Reino Unido responsable de la protección de la salud pública relacionada con los alimentos, manifiesta que en la planta de Dalepak Hambleton no se han encontrado rastros de carne contaminada con caballo o cerdo. Mientras tanto, Waitrose, una importante empresa de distribución  retira del mercado numerosos productos fabricados por Dalepak, a pesar de que tampoco encuentra ADN de otros animales en hamburguesas de vaca.

28 enero 
Simon Coveney, Ministro de Agricultura de Irlanda anuncia que una investigación de su departamento junto a la FSAI ha mostrado que algunas de las materias primas utilizadas en las instalaciones de ABP en Silvercrest para hacer hamburguesas de vacuno tenían «niveles significativos» de ADN de caballo (hasta un 20%). Se trata de un producto elaborado con recortes de bajo valor que procedía de varios mataderos de Polonia, y que fue importado congelado. A raíz de este hallazgo, las autoridades polacas ponen en marcha una investigación para determinar el origen de la carne de caballo comercializada como si fuera de vacuno.

El ministro también destaca que no se encontró carne de caballo en ninguna de las muestras de origen irlandés analizadas, algo de lo que Paul Finnerty, consejero delegado de ABP Food Group, se muestra satisfecho. Éste manifiesta además que la compañía se siente aliviada porque se haya dado con el origen de la carne de caballo y desmiente que ésta proviniera de la planta que ABP posee en Poznan (Polonia) ya que allí no se sacrifican caballos.

Instalaciones de Silvercrest Foods en Irlanda. (Fuente)

29 de enero

En España, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) publica un estudio sobre hamburguesas en el que se indica, entre otras cosas, que dos muestras analizadas (de un total de veinte) contienen carne de caballo. El artículo causa una fuerte polémica y un gran malestar en la industria cárnica debido, según la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) a «su falta de rigor, parcialidad y la intención de generar confusión y sensación de inseguridad en el consumidor» (en el artículo anterior hablamos extensamente sobre ello). En lo que respecta a las muestras en las que se detectó presencia de ADN equino, la OCU afirma lo siguiente: «Estos resultados indican claramente que se está cometiendo un fraude al consumidor, pues se venden hamburguesas en cuyas etiquetas no se indican los ingredientes reales. No es un problema de seguridad alimentaria pero sí un engaño al consumidor, que se lleva a su casa un producto diferente al que cree estar comprando.» Sin embargo, según admite la propia organización, los análisis realizados fueron cualitativos y no cuantitativos.

Inmediatamente después de la publicación del artículo de la OCU, las empresas aludidas toman cartas en el asunto: la cadena de supermercados Ahorramás retira del mercado los productos bajo sospecha (hamburguesas de marca Alipende), mientras que el Grupo Eroski emite un comunicado en el que indica que: » En el análisis de la OCU se identifican unas supuestas ‘trazas’ de ADN de equino, lo que no significa que exista una presencia de carne de esa especie en el producto que hubiera que identificar en la etiqueta. El equino no forma parte de ninguna de las materias primas que maneja nuestro proveedor. Esas trazas pueden ser debidas a que en el proceso de fabricación en el matadero, la materia prima de vacuno ha podido estar en contacto con equino, cuestión que se está verificando en este momento». En el mismo comunicado, Eroski muestra un certificado firmado por la empresa que le suministra los productos (Carnes Selectas, filial de Campofrío) en el que se indica que «los productos que nos suministra son de vacuno ya que es la única materia prima que tiene en sus instalaciones». A su vez, Carnes Selectas, presentó a Eroski «todos los análisis que hace tanto en sus plantas de producción como los certificados que las autoridades sanitarias realizan a los mataderos de proveedores de los que se suministra». Recordemos que los análisis realizados por la OCU fueron cualitativos y no cuantitativos.

Eroski retira del mercado de forma cautelar las hamburguesas señaladas por la OCU, comercializadas bajo el nombre Eroski Basic y que fabrica Campofrío a través de su filial Carnes Selectas.

La cadena de supermercados británica Tesco responsabiliza a su proveedor Silvercrest del hallazgo de carne picada de caballo en sus hamburguesas y rescinde el contrato que mantenía con él, argumentando que la carne que utilizaba para elaborar los productos que le suministraba no procedía de una lista de proovedores aprobados y que además no era originaria de Reino Unido ni de Irlanda. Además anuncia que introducirá un control de ADN en sus productos cárnicos «para asegurar la calidad».

Burger King anuncia que las hamburguesas que vendía en sus establecimientos de Irlanda y Reino Unido y que le fueron suministradas por Silvercrest Foods, contenían trazas de carne de caballo.

Dos empresas distribuidoras, Asda y The Co-op Food Group, anuncian que han encontrado ADN de caballo en las hamburguesas suministradas por Silvercrest (trazas en el primer caso y hasta un 17,7% en el segundo) y rescinden su contrato con la compañía.

Se cree que 21 palets de carne congelada con carne de caballo fueron enviados a Irlanda desde Polonia.

4 de febrero

En Irlanda, la FSAI investiga el hallazgo de carne de caballo en una planta procesadora de hamburguesas de vacuno congeladas. La fábrica, propiedad de la empresa Rangeland Foods, tenía almacenados productos cárnicos procedentes de Polonia que contenían hasta un 75 % de restos de carne de caballo. Al parecer, estos productos se usaban como «relleno» para las hamburguesas de vacuno que produce esta firma, que aseguró que el pedido recibido desde Polonia a principios del pasado enero a través de un intermediario irlandés no llegó a entrar en la cadena de producción. 

El ministro irlandés de Agricultura y Pesca, Simon Coveney, anuncia que ha pedido a la policía (la Garda) que inicie una investigación sobre todo este asunto, al haber claros indicios de fraude.

5 de febrero

La Agencia de Normas Alimentarias de Irlanda del Norte (Food Standards Agency) anuncia que se ha encontrado un 80% de carne de caballo en carne congelada almacenada en la empresa Freeza Meats.  Los responsables de la compañía declaran que la carne no les pertenece, sino que es propiedad de la empresa McAdam Foods, quien se la intentó vender en agosto de 2012. Manifiestan además que Freeza Meats se negó a comprar la carne por irregularidades en el etiquetado y el empaquetado, pero que McAdam Foods les pidió almacenarla en su planta, algo que hicieron «de buena fe, en un área separada del almacén». Por su parte, McAdam Foods confirma las declaraciones realizadas por Freeza Meats, pero manifiesta que la carne les fue suministrada por un comerciante de Reino Unido. Por su parte, Gerry McCurdy, director de la FSA en Irlanda del Norte declara que la carne encontrada en Freeza Meats había sido etiquetada como procedente de Polonia, pero algunas de las etiquetas eran falsas y algunos productos no habían sido etiquetados. Mientras tanto, el Departamento de Agricultura de Irlanda investiga la empresa McAdam Foods y otras compañías que también importan carne de Polonia. 

Freeza Meats hace hincapié en que ninguno de los productos elaborados en su fábrica contenía ADN de caballo.

6 de febrero

La empresa Findus en Reino Unido informa de que ha retirado del mercado sus lasañas precocinadas de 230, 360 y 500 gramos como «medida de precaución» después de tener constancia de un «problema con el etiquetado» con su suministrador, Comigel.

Las empresas distribuidoras Tesco y Aldi retiran del mercado lasañas y espaguetis congelados suministrados por Comigel.

Findus Reino Unido anuncia que algunas de sus lasañas de ternera contienen carne de caballo. Por su parte, la FSA informa de que, tras analizar 18 muestras de lasaña de ternera de marca Findus, se encontró carne de caballo en 11 de ellas, en una proporción de entre el 60% y el 100%.

En España, el Grupo Eroski emite un comunicado en el que se dice lo siguiente: «El laboratorio independiente Xenotechs, laboratorio asociado a la Universidad de Santiago de Compostela y al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), recogió diversos lotes aleatorios de estas hamburguesas el pasado 29 de enero y emitió un informe de análisis con fecha 1 de febrero. El resultado de estos análisis certifica que no hay presencia de ADN de caballo en la composición de las hamburguesas EROSKI basic». Sin embargo, esto no cambia los resultados obtenidos por la OCU.

8 febrero

La empresa sueca Findus retira del mercado en Suecia y Francia tres de sus productos por sospechar que puedan contener carne de caballo (concretamente lasaña boloñesa, hachis parmentier y musaka), provocando un gran revuelo entre las grandes superficies. Los servicios antifraude franceses confirman que en los platos sospechosos había carne de caballo mezclada con la de vacuno anunciada en la etiqueta, lo que pone en evidencia una «trazabilidad insuficiente». Además, manifiestan su intención de trabajar para «identificar el origen del engaño y los circuitos de comercialización».

El Primer Ministro británico, David Cameron, declara que es «completamente inaceptable que se haya vendido carne de caballo en productos etiquetados como carne de ternera», y añade que «comer carne de ternera procesada es seguro», ya que las autoridades insisten en que no existen pruebas de que estos productos representen un riesgo para la salud.

9 febrero

La empresa de distribución Aldi confirma que se ha encontrado entre un 30% y un 100% de carne de caballo en dos de los productos que comercializa (salsa boloñesa y lasaña) y señala como responsable a Comigel, la compañía que los fabrica. Por su parte, la empresa francesa Comigel, que también fabrica los productos de Findus, en su empresa subsidiaria Tavola, situada en Luxemburgo, delega responsabilidades sobre Spanghero, una compañía francesa, propiedad del Grupo Lur Berri, que le suministra la carne. Por su parte, la empresa Spanghero admite que compró la carne a un matadero de Rumanía donde que se sacrifica ganado vacuno y equino. Mientras tanto, Findus anuncia demandas contra algunos de sus proveedores y manifiesta que el fraude podría haberse originado en agosto de 2012.

En la cadena de supermercados Aldi se  encontró lasaña con una proporción de carne de caballo de hasta el 100%. (Fuente)

En Francia, el Ministerio de Economía, encargado de gestionar los casos de fraude, y el Ministerio de Agricultura investigan el caso, mientras que en el Reino Unido, el Ministro de Medio Ambiente, Owen Paterson, mantiene una reunión de urgencia con las autoridades sanitarias y los minoristas y Scotland Yard abre una investigación internacional, pidiendo para ello asistencia a la Europol, ya que piensan que detrás de estos hechos puede haber toda una trama delictiva de escala internacional y apuntan incluso a una posible implicación de la mafia italiana.

11 de febrero

El Ministro de Medio Ambiente de Reino Unido, Owen Paterson, advierte que «a medida que se conozcan los resultados de los análisis [de la carne de caballo] a lo largo de la semana se podría encontrar la presencia de una sustancia perjudicial para la salud [fenilbutazona], aunque por el momento no se tiene ninguna evidencia de eso en absoluto, por lo que se trata de una cuestión de etiquetado». 

El Instituto Nacional de Consumo de Francia (60 Millones de Consumidores) publica una amplia lista en la que se muestran todos los productos bajo sospecha retirados del mercado en ese país por parte de al menos seis cadenas de distribución, entre las que se encuentra, por ejemplo, Carrefour.

Francia acusa a Rumanía de fraude masivo con carne de caballo. François Hollande, presidente de la República francesa, pide “sanciones” para los defraudadores, mientras el primer ministro rumano, Victor Ponta, niega las acusaciones vertidas contra su país: «hemos hecho nuestras verificaciones y no ha habido ninguna violación de las normas europeas. (…) Está muy claro que la empresa francesa no ha tenido ningún contacto directo con la empresa rumana y (…) aún está por demostrarse dónde se cometió el fraude y quién es el responsable». Añadió además que «está muy enfadado».

La Comisión Europea niega la existencia de una crisis alimentaria, ya que no existe riesgo para la salud, sino que por el momento se trata tan solo de una cuestión de etiquetado. El portavoz comunitario de Sanidad, Frédéric Vincent, manifiesta que la Unión Europea «sólo puede intervenir» cuando existe un riesgo para la salud pública. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) emite un comunicado en el que anuncia que, «a pesar de no tratarse, hasta el momento, de un problema de seguridad alimentaria, está dispuesta a prestar asistencia científica a la Comisión Europea y a los Estados miembros en caso de ser necesario».

En París, los ministros de Agricultura y Consumo convocan una reunión de emergencia con representantes de la industria cárnica, que temen que el caso extienda entre la población una psicosis similar a la de las vacas locas.

La investigación preliminar realizada en Francia por la agencia de Represión del Fraude saca a la luz un circuito de comercialización de la carne de caballo extremadamente complejo, tanto es así, que resulta difícil llegar al origen y dirimir responsabilidades. Tras supervisar las instalaciones de dos grandes procesadores de productos cárnicos, Spanghero y Comigel, los inspectores explicaron que la carne de caballo salió al mercado desde una fábrica de Comigel, suministradora de Findus, en Luxemburgo. Comigel sostiene haber comprado la carne a Spanghero, que a su vez dice que la adquirió ya congelada a un tratante de Chipre, quien afirma que subcontrató la operación a otro comerciante con base en Holanda, que por su parte declara haber adquirido la carne equina en un matadero rumano.

Instalaciones de la empresa Spanghero. (Fuente)

La caída del precio de la carne de caballo en Rumanía aparece para los investigadores franceses como uno de los motivos más verosímiles del fraude. El viceministro de Consumo de Francia, Benoît Hamon, explica que la cadena pudo iniciarse en agosto, y calcula que desde entonces ha generado beneficios de unos 300.000 euros. El eurodiputado ecologista José Bové insiste en esta tesis al recordar que la prohibición de desplazar a los caballos por carretera en Rumanía ha hecho que se lleven masivamente al matadero y se busque salida a su carne con precios muy baratos. Una de las claves de la investigación, según revela Hamon, será determinar si Spanghero compró caballo en vez de ternera a sabiendas o también fue engañada. Por su parte, Spanghero emite un comunicado en el que asegura que compró la carne etiquetada como ternera de origen rumano y que la vendió sin procesar a Comigel, que en su fábrica Tavola de Luxemburgo la convirtió en lasañas y otros platos precocinados. 

Las empresas de distribución PLUS y Boni, en Países Bajos, y Kaiser’s Tengelmann, en Alemania, retiran de forma preventiva algunos productos bajo sospecha, aunque no hay evidencias de contaminación con carne de caballo.

En España, la compañía Findus asegura que no hay rastro de carne de caballo en los platos preparados que comercializa en este país. Según la compañía, han sido procesados por la empresa Audens Food en una planta ubicada en Barcelona y su carne «ha sido certificada por sus proveedores».

Por otra parte, la OCU realiza análisis sobre 19 muestras de salsa boloñesa, sin encontrar ADN de caballo en ninguna de ellas. Al mismo tiempo, se pone en comunicación con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) para pedir que, a la mayor brevedad, ofrezca a todos los consumidores las informaciones oportunas sobre el «fraude» del etiquetado en las hamburguesas. Solicita además una explicación sobre la situación del mercado de productos cárnicos en España, por entender que existe una «profunda inquietud» en los consumidores por las informaciones que están siendo trasmitidas por las autoridades de países como Irlanda, Francia e Inglaterra que hacen «temer que estos productos se encuentren en el mercado español». «Hasta el día de hoy, ni la AESAN ni ningún otro organismo competente ha aclarado o justificado la causa de que se encontrara ADN de caballo en dos marcas de hamburguesas», hecho descubierto recientemente por la OCU. 

12 de febrero

La cadena de supermercados Tesco reconoce la presencia de hasta un 60% de carne de caballo en las salsas de carne picada de la marca Everyday Value, procedentes de la planta Comigel en Francia.

Cámara frigorífica en un supermercado Tesco después de retirar los productos bajo sospecha. (Fuente)

En Reino Unido, la FSA ordena cientos de pruebas, tanto en supermercados como en escuelas y hospitales, para detectar posibles casos de fraude, y anuncia el cierre de dos plantas cárnicas (el matadero Peter Boddy Licensed y la empresa transformadora Farmbox Meats Ltd) sospechosas de haber utilizado carne de caballo presentada como bovina en kebabs y hamburguesas. Mientras tanto, el Ministro de Medio Ambiente ordena la elaboración de un estudio para determinar el alcance de la contaminación de carne de caballo. 

En España, el Ministro de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, asegura que «no tenemos datos de que en España se haya encontrado nada de esta naturaleza y no hay productos detectados». Además, explica que en este fraude «no se produce una crisis sanitaria, porque es un problema de etiquetado». 

13 de febrero

Se celebra en Bruselas una reunión informal para intercambiar informaciones y debatir el escándalo de la carne de caballo, en la que participan ministros de alimentación y sanidad de Luxemburgo, Francia, Polonia, Reino Unido y Rumanía, así como el comisario europeo de Sanidad, Tonio Borg, junto con miembros del gabinete del responsable comunitario de Agricultura, Dacian Ciolos. En dicha reunión, Francia propone a sus socios europeos imponer obligaciones sobre la trazabilidad de la carne en las etiquetas de los platos preparados. Finalmente se propone exigir a todos los Estados miembros de la Unión Europea que efectúen análisis de productos elaborados con carne de vacuno. Concretamente se proponen dos series de pruebas, la primera sobre el ADN equino en carne de vacuno y la segunda para conocer la presencia de fenilbutazona en la carne de caballo (en España, se llevarán a cabo unas 200 pruebas en cada caso). El ministro irlandés de Agricultura, Simon Coveney, indica que el escándalo de la carne de caballo se abordará asimismo con el resto de países de la Unión en el Consejo de ministros que tendrá lugar el próximo 25 de febrero, donde se examinarán medidas más a «medio y largo plazo».

La cadena de supermercados suiza Coop, anuncia que análisis independientes han detectado carne de caballo en su propia marca de lasaña congelada, producida por Comigel, aunque por el momento desconocen la cantidad en la que se encuentra.

En España la Organización de Consumidores y Usuarios emite una nota de prensa en la que manifiesta que, como mostraba en su estudio, y en contra de lo que manifestó el Ministro de Agricultura, Arias Cañete, sí se ha encontrado ADN de caballo en productos cárnicos. Asegura además que esa información, que le fue facilitada por la propia OCU, «demuestra que nuestro país no es una isla en el fraude del etiquetado de productos cárnicos» y asegura que «no es de recibo que, sin ofrecer ninguna prueba, el Ministro de Agricultura pretenda que se dé credibilidad a su afirmación de que en España no se ha detectado presencia de carne de caballo en los productos de carne picada». Finalmente, la organización opina que esta actitud es «un absoluto desprecio, no solo a la OCU, sino lo más importante, a todos los consumidores» y acaba diciendo que «[la OCU] entiende que para detectar algo, hay primero que buscarlo. Y esto es algo que las administraciones competentes no han hecho. O al menos no se ha informado convenientemente a los ciudadanos, por lo que el resultado es igual de inquietante. Por ello la OCU insiste en su petición de una investigación exhaustiva y pública».

Por su parte, FACUA, otra organización de consumidores española, pide al Ministro de Agricultura, Arias Cañete, que informe acerca de los controles por los que asegura que en España no hay productos detectados con carne de caballo. Además señala que ni la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ni el Instituto Nacional de Consumo (INC), encargado de coordinar las campañas de inspección sobre alimentos, han informado hasta la fecha de los controles realizados al respecto en España. Apuntan además que las comunidades autónomas tampoco se han pronunciado por lo que consideran «una frivolidad» que Arias Cañete reduzca este escándalo a un «problema de etiquetado», mientras el comisario europeo de Salud y Consumo, Tonio Borg, habla de «fraude» y «negligencia» en el control y seguimiento de los alimentos afectados.

14 de febrero

Se da a conocer que el ciudadano holandés presuntamente implicado en el escándalo de la carne de caballo ya fue condenado por un caso similar el pasado año en su país de origen. Se trata de Jan Fasen, director de la empresa Draap Trading, con base en Chipre, que supuestamente habría comprado carne de caballo en Rumanía y la habría vendido a otras compañías europeas, que luego se encargaron de comercializarla en productos como lasañas congeladas. Curiosamente «Paard», el nombre de su empresa del revés, significa «caballo» en neerlandés.

Findus Reino Unido emite un comunicado en el que anuncia que no hay presencia de fenilbutazona en sus productos contaminados con carne de caballo.

Se confirma la presencia de carne de caballo en una lasaña de marca blanca comercializada en Alemania por la cadena de supermercados Real.

El secretario de Estado británico de Agricultura, David Heath confirma que ocho caballos sacrificados en mataderos británicos dieron positivo por fenilbutazona, de los cuales, seis podrían haber entrado en la cadena alimentaria en Francia, por lo que se trataría de la primera evidencia de un riesgo para la salud del consumidor.

En España la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) emite un comunicado en el que anuncia que el plan propuesto en la reunión llevada a cabo el día anterior en el seno de la Comisión Europea se estudiará el 15 de febrero de forma minuciosa en el Comité Permanente de la Cadena Alimentaria y Sanidad Animal, en el que participará el Ministerio de Sanidad español, en una sesión especifica de la sección de Seguridad Biológica. También se informa de que la AESAN está «en permanente contacto con la autoridades europeas de Seguridad Alimentaria a través de la red de alerta europea (RASFF)» y «en constante coordinación con las Comunidades Autónomas y la industria alimentaria española para mantener la más estricta vigilancia, de acuerdo con el procedimiento habitual de actuación en nuestro país en cuanto a control oficial sobre los alimentos y mantenimiento de la garantía de seguridad alimentaria a los consumidores». Según ese mismo comunicado la Administración Central está trabajando de forma conjunta con el Instituto Nacional del Consumo y  el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

15 de febrero

Como consecuencia de la operación llevada a cabo el pasado 12 de febrero, la policía británica detiene a tres personas, dos de ellas pertenecientes a la industria Farmbox Meats Ltd y una tercera del matadero Peter Boddy Licensed.

Encuentran hamburguesas con carne de caballo en varios hospitales de Irlanda del Norte. Los responsables de la empresa BSO (Business Services Organization), que suministra carne a los hospitales norirlandeses declaran que estas procedían de una empresa de la República de Irlanda.

La FSA anuncia que 29 de los 2.501 test sobre productos de vacuno que ha realizado en los últimos días han dado positivo por contaminación con carne de caballo. El organismo consideró positivos aquellos exámenes en los que el producto contenía más de un 1 por ciento de carne de caballo. La FSA confirma además que los productos que contenían carne equina fueron comercializados en el Reino Unido por Aldi (lasaña y espagueti boloñesa), Co-op (hamburguesas), Findus (lasaña), Rangeland (hamburguesas) y Tesco (hamburguesas y espagueti boloñesa).

La cadena de restaurantes, Pubs y la cadena de hoteles Whitbread (ambas de Reino Unido) anuncian que han hallado restos de ADN equino en lasañas y hamburguesas que se servían en sus establecimientos.

Once compañías de alimentación británicas, entre ellas Tesco y Asda, hacen pública una carta en la que aseguran que comparten la «ira y la indignación» de los consumidores ante la situación y acusan al Gobierno del Reino Unido de «mantenerse en silencio» ante el escándalo.

La Agencia de Salud y Seguridad Alimentaria de Austria (AGES) anuncia que se ha detectado carne de caballo en tortellinis de ternera («Tortelloni Rindfleisch») fabricados por la empresa alemana Gusto y comercializados por la cadena de supermercados Lidl.

Tortelloni Rindfleisch, fabricados por la empresa alemana Gusto y comercializados por Lidl, en los que se encontró carne de caballo que no se indicaba en el etiquetado. (Fuente)

Según el Gobierno francés, la empresa Spanghero etiquetó falsamente 750 toneladas de carne que fueron utilizadas para la fabricación de más de 4,5 millones de comidas precocinadas, vendidas de forma fraudulenta en 13 países europeos. Antes estas acusaciones, el presidente de la compañía, declaraa una cadena de radio: «Nosotros pensamos que era carne de vaca. Yo no sé quién es el responsable de la estafa. Me quedé atónito».

En Alemania, el Ministerio de Agricultura estima que unos 179.000 paquetes de lasaña congelada con carne de caballo han sido distribuidos en el país, cantidad que equivale, según el semanario alemán Focus, a unas 72 toneladas de ese producto. Sin embargo, según el diario alemán Der Spiegel, la cantidad sería mucho mayor y estaría en torno a 360.000 paquetes, lo que equivaldría a al menos 144 toneladas de productos congelados (lasaña o canelones). Todos ellos prodecerían de la empresa Comigel. Se calcula que ese fabricante francés de productos congelados ha producido unos 4,5 millones de paquetes de esa lasaña, comercializada por la marca Spanghero, que habrían sido distribuidos por 13 países europeos.

El comisario europeo de Sanidad y Consumo, Tonio Borg, anuncia penas severas para los responsables del escándalo en torno a la carne de caballo no declarada en productos alimenticios para el consumo humano: «Quien juega con la salud de los consumidores debe contar con toda la dureza de la ley», afirma Borg en una entrevista publicada en el rotativo Bild. Además, afirma que «Si se demuestra que esos test [pruebas de ADN] son necesarios para proteger la salud del consumidor habrá que reflexionar sobre la introducción de pruebas obligatorias permanentes».

La cadena de supermercados suiza Coop retira cuatro productos del mercado tras ser advertida por uno de sus proveedores directos, la sociedad de Liechtenstein Hilcona, de que algunos productos de su proveedor alemán Vossko podían contener carne de caballo. Los productos retirados de la venta son: Hot Chili plan b, Spaghetti a la boloñesa, Jugo, y Cornettes con carne picada.

En Alemania la ministra de Agricultura y Protección del Consumidor anuncia un plan de acción nacional que irá más allá de la propuesta de la Comisión Europea y que consistirá en más sanciones para los productores, más controles en la red de distribución y una mejora del seguimiento de los alimentos a través de las etiquetas. Según la ministra, «aún se desconoce si los casos que se han descubierto de carne de caballo son representativos del alcance del escándalo o si esto es sólo la punta del iceberg». Mientras tanto, los casos de productos con carne de caballo etiquetados de forma fraudulenta siguen apareciendo en Alemania, donde varios grandes distribuidores como Lidl, Aldi y Tengelmann han retirado distintos preparados.

19 de febrero
El grupo suizo Nestlé retira en España, Italia y Portugal productos de pasta con carne de vacuno «por contener rastros de ADN de carne de caballo». Según un comunicado de la compañía: «Nuestros tests han descubierto rastros ADN de caballo en dos productos de vacuno suministrados por la empresa alemana H.J. Schypke« (proovedora de la empresa belga JBS Toledo N.V.). Se trata de raviolis y tortellinis presentados bajo la apelación de Buitoni Beef Ravioli y Beef Tortellini y lasaña a la boloñesa Gourmand, distribuida a profesionales del cátering, que al parecer contenían más del 1% de carne de caballo. Nestlé asegura que «no existe riesgo por consumirla».

Los Ravioli Buitoni han sido retirados del mercado por Nestlé, por contener trazas de carne de caballo. (Fuente)

Por su parte, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, asegura que el escándalo de la carne de caballo no le causa ninguna preocupación en estos momentos, ya que todos los productos que se comercializan en España están «perfectamente controlados».

La asociación de consumidores Facua-Consumidores en Acción anuncia en un comunicado que ha denunciado a Nestlé: «la asociación ha solicitado a las autoridades de protección al consumidor de varias comunidades autónomas, la apertura de un expediente sancionador contra la multinacional suiza al considerar que ha incurrido en un fraude alimentario por publicidad engañosa».

En Italia la policía inspecciona sedes de Nestlé en Milán y Moretta. Según informó el Ministerio de Sanidad italiano en un comunicado, los agentes analizaron los procedimientos de autocontrol de la compañía, así como el respeto a la obligación de la retirada de los productos en cuestión, dos tipos de pasta rellena con carne de vacuno de la marca Buitoni.

La cadena de supermercados Lidl anuncia la retirada de sus tiendas de Suecia, Finlandia, Dinamarca y Bélgica, platos cocinados presentados como carne vacuna pero contenían caballo. Los productos son:
– goulasch producido por Dreistern, retirados en Suecia
– lasañas marca Combino fabricadas por la empresa alemana Copack, retirados en Suecia y Dinamarca
– goulasch y raviolis marca Coquette, de la conservera alemana Dreistern, retirados en Finlandia
– platos congelados de «penne boloñese» de la marca Combino fabricadas por Copack, retirados en Bélgica.

La Comisión Europea adopta el plan coordinado de controles en los 27 países de la Unión Europea (UE) de los alimentos preparados para verificar el origen animal de la carne que contienen. La Comisión prevé realizar un balance a mediados de abril sobre el alcance y la distribución territorial del fraude en el etiquetado de los productos en la UE. (La competencia sancionadora es de los estados). El objetivo es verificar si se trata de un fraude aislado causado por la empresa francesa Spanghero, suministradora de carne a compañías de platos preparados, o de un fraude generalizado, propiciado por la bajada del precio de la carne de caballo en países como Rumanía. Los controles empezarán de forma inmediata y seguirán en marzo.

20 de febrero
La empresa brasileña JBS y sus filiales, entre las que se encuentra la empresa belga JBS Toledo relacionada con el caso de Nestlé, anuncian la suspensión de la venta de carne europea. La sociedad belga  emite un comunicado en el que manifiesta que «no comercializará más productos europeos hasta que se restablezca la confianza en la seguridad del sistema de aprovisionamiento».

En Hong Kong (China) la cadena de supermercados ParknShop retira la lasaña Findus. Las autoridades sanitarias de ese país advierten a los consumidores del engaño y declaran que «no se sabe aún si la carne incluye analgésicos veterinarios».

En la República Checa se retira la lasaña congelada de la marca Nowaco, procedente de Luxemburgo, por contener carne de caballo.

En España, la Dirección General de Comercio y Consumo del Gobierno de Canarias anuncia la inmovilización de 1.089 kilogramos de hamburguesas congeladas (unas 7.000 unidades), preparadas para su distribución en establecimientos hosteleros del archipiélago, tras haberse detectado en su composición carne de caballo en un porcentaje que oscila entre el 5% y el 40%. Según el director general de Comercio y Consumo, Gustavo Matos, la carne congelada ha sido distribuida en Canarias por la distribuidora Greatco, cuya matriz, Food 4, está en la Comunitat Valenciana y que, a su vez, ha comercializado en España los productos cárnicos de la sociedad irlandesa en la que se detectó este fraude. Esta empresa dispone de almacenes en Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, y distribuye los productos exclusivamente en el sector hostelero, como restaurantes y cafeterías, y no en tiendas de alimentación que venden directamente al consumidor.

En Austria y Bulgaria aparecen nuevos casos de fraude por carne de caballo sin etiquetar, tanto en productos congelados como en chacinas y en puestos de venta callejeros de kebab.

23 de febrero
Estudios realizados por el Grupo Zooprofílico de Turín (Izsto) concluyen que los productos embargados por la Sanidad italiana a la multinacional alimenticia Nestlé no contienen trazas de carne de caballo en su composición. A partir de este resultado, el Ministerio de Salud anuncia que pondrá en circulación los productos embargados, cuya retirada fue facilitada el pasado 21 de febrero por la propia
multinacional, que se mostró partidaria de mantener «el mayor grado de
colaboración posible» para esclarecer el escándalo.

25 de febrero
El ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España, Miguel
Arias Cañete, anuncia que se ha detectado un primer caso de
fraude por la presencia de carne de caballo en «canelones con relleno de
carne» etiquetados como vacuno y que se ha informado del caso a las
comunidades autónomas y empresas afectadas. El ministro evita dar detalles sobre el origen de la muestra que
ha dado positivo y se limita a señalar que se trata de «canelones
con relleno de carne en la península ibérica» y que dicha prueba ha
sido «tomada en Madrid». Añade además que «hemos informado ya a las Comunidades
Autónomas, a las autoridades de consumo y a las empresas afectadas». Fuentes del Ministerio consultadas por la agencia de noticias Europa Press precisan
que el positivo detectado corresponde a la marca ‘La Cocinera’,
propiedad de la multinacional suiza Nestlé.

Por su parte, Nestlé informa en un comunicado, que va a retirar del mercado los
productos elaborados con carne procedente de un suministrador español,
Servocar, ya que en uno de los lotes analizados había más de un 1% de
ADN de caballo. Entre los preparados afectados están los fusilli boloñesa de marca Buitoni y cinco platos que se venden bajo la marca de La Cocinera: canelones microondas, empanada gallega de carne, relleno de carne, de berenjenas y empanadillas de carne.

La empresa Servocar, ubicada en Toledo, afirma en un comunicado que «nunca ha distribuido, comprado o vendido carne de caballo» y que «no procesa ningún tipo de carne para Nestlé, sino que sólo suministra piezas enteras (delantero de vacuno deshuesado)». Además, manifiesta que «cumple con toda la legislación vigente y comprueba la
procedencia de todos sus productos cárnicos, y que tras el escándalo en
el fraude de etiquetado de la carne equina ha realizado voluntariamente
análisis a todo su stock de carne, sin hallar traza alguna de caballo en
ninguno de sus lotes«.

IKEA ha retirado sus albóndigas en las tiendas de 14 países por haberse encontrado carne de caballo.

En la República Checa, la agencia de noticias CTK informa de que se han encontrado restos de carne equina en las albóndigas que se distribuyen en IKEA. A raíz de este suceso, el grupo sueco líder en el comercio de muebles, suspende la venta de albóndigas en sus tiendas de 14 países (entre ellos España) y anuncia en un comunicado: «Nuestros propios controles no han mostrado ningún rastro de carne de caballo. Ahora estudiaremos el caso con mayor detenimiento». La mayor parte de las albóndigas que IKEA vende en sus tiendas en Europa
son preparadas por el productor cárnico sueco Dafgård, aunque en algunos
países las filiales las compran a productores locales, como es el caso
de Noruega.

La sociedad Panzani, propiedad del grupo español Ebro Puleva, informa de que ha encontrado carne de caballo en varios latas de ravioli vendidas
en Francia y fabricadas para su marca en régimen de licencia por la
empresa número uno en Francia de platos preparados, William Saurin.

En Rusia, las autoridades anuncian que se ha detectado carne de caballo en una partida de
salchichas en la región de Moscú. Al parecer las salchichas proceden de Austria, aunque todavía no se conocen más datos.

En Suecia, la Agencia Nacional para la Alimentación confirma la presencia de restos de carne equina en albóndigas y otros productos de la empresa
Dafgård (que suministra a IKEA), en una proporción de entre el uno y el diez por ciento. Por su parte, IKEA anuncia la retirada de varios productos cárnicos suministrados por dicha empresa, entre los que se encuentran las salchichas de Viena que se venden en las tiendas de Ikea en España, Francia, Gran Bretaña, Irlanda y Portugal.

Comienzan en diferentes países los análisis propuestos por la Comisión Europea en el plan coordinado de controles. Se realizarán dos tipos de pruebas: análisis de ADN para conocer la presencia de carne de caballo y análisis para detectar la presencia de fenilbutazona. En el caso de España, el número de análisis de ADN será de 150, al igual que en Francia, Reino Unido e Italia, mientras que el número de pruebas para fenilbutazona será de 115. 

Restaurante de la cadena Taco Bell (Fuente)

En Reino Unido se detecta carne de caballo en tres restaurantes de la cadena de comida ‘tex-mex’ Taco Bell. La empresa declara en un comunicado «Estamos muy decepcionados tras descubrir que mucha de nuestra carne que compramos a un proveedor en Europa ha dado positivo en las pruebas para detectar trazas de carne de caballo», sin especificar el nombre del proveedor. Según la FSA (agencia de seguridad alimentaria británica) la carne de Taco Bell podría contener más del 1% de carne de caballo.

En Lituania la agencia de noticias Baltic News Service informa de que el Servicio Fitosanitario de ese país ha hallado fragmentos de carne
de caballo en productos que llevaban etiquetas de vacuno de la empresa lituana Kursu zeme, con lo que son ya 21 los países
de la Unión Europea en los que se han detectado casos semejantes.

Juan Julián García Gómez, Vocal asesor de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), declara en una carta al diario El País: «En la situación actual, no se plantea en ningún caso que los canales de comercialización de las carnes procedentes de équidos detectadas en diferentes productos no hayan sido reglamentarios. Las inspecciones de las mismas siempre han estado sujetas a la normativa comunitaria para cada especie, es decir, que los équidos que han sido sacrificados han estado sometidos a las inspecciones y pruebas analíticas correspondientes».

En Grecia la autoridad encargada de la regulación de los alimentos manifiesta que se han encontrado  trazas de carne de caballo en algunos productos cárnicos congelados procedentes de Rumanía. Mientras continúan las investigaciones, la empresa IKEA ha decidido retirar además todas las albóndigas a la venta en el país. 

4 de marzo
La Dirección General de Comercio y Consumo del Gobierno de Canarias, después de realizarse los análisis correspondientes, confirma la presencia de trazas de carne de caballo en dos de los tres lotes de hamburguesas retenidos hace unas semanas en varias islas. En concreto, se trata de los lotes que fueron identificados en las islas de Tenerife y Fuerteventura. Los resultados del tercer lote, localizado en Lanzarote, están pendientes de las analíticas que se están realizando en Murcia y la Comunidad Valenciana.

Auchan y El Corte Inglés confirman los análisis divulgados por Deco, la organización de consumidores más importante de Portugal, que detectó vestigios de carne de caballo en productos vendidos en ese país, y que las propias firmas retiraron hace dos semanas. Deco reveló que sus análisis de una treintena de albóndigas, hamburguesas y lasañas empaquetadas y vendidas por varias marcas detectaron la carne de caballo en dos productos de Auchan (albóndigas y hamburguesas) y uno de El Corte Inglés (lasaña), a la venta en los supermercados de varias ciudades lusas. Las dos empresas aseguraron que ellas mismas ya habían detectado esos vestigios en las pruebas de que realizaron el mes pasado y optaron por retirarlos de inmediato. Una portavoz de El Corte Inglés dijo a la agencia de noticias Efe que, dentro de su política de pruebas, la firma analizó «miles de productos» y, cuando detectó que uno no se correspondía con el etiquetado, lo retiró «inmediatamente», hace ya dos semanas. Además añadió que «muchos han sido engañados por sus proveedores y el producto de referencia ha sido sustituido».

En Rusia la cadena sueca de muebles IKEA emite un comunicado para anunciar que ha decidido suspender la venta de salchichas en ese país porque «se han hallado rastros de carne de caballo en las muestras de salchichas que produce [para ellos] la compañía Termit». La compañía sueca  indica además que ha enviado nuevas muestras de salchichas para su análisis en el laboratorio Control Union y que «no se han encontrado trazas de carne de caballo en las albóndigas que produce para Ikea la compañía Pit-Product«. IKEA continúa sin vender albóndigas en una veintena de países.

8 de marzo

En Cartagena, el Gobierno Regional confirma la presencia de carne de caballo en tres lotes de hamburguesas que habían sido retenidos por pesar sospechas sobre ellos. Uno de los lotes contenía una cantidad inferior al 1%, mientras que la cantidad de los otros dos era superior. No ha trascendido la identidad del fabricante. Sólo se sabe que el producto era distribuido por una empresa de Alicante.

En Francia, el grupo Covi indica en un comunicado que ha descubierto carne de caballo en alguno de sus platos preparados con vacuno, sobre todo comercializados en el extranjero, y señala que ha sido «víctima de un engaño por parte de uno de sus proveedores todavía no identificado». La empresa manifiesta además que ha puesto en marcha una célula de crisis, ha exigido a sus proveedores que le aclaren en 48 horas el origen de sus productos y  ha presentado una denuncia por engaño y estafa. Según el Gobierno, se trata sobre todo de carne de ternera enlatada con la marca Hereford que ya ha sido retirada de la venta en Francia.

11 de marzo
El director general de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), José María Múgica, se reúne con el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, para exigirle «transparencia» y «claridad» sobre el escándalo de la carne de caballo en España. A la salida de la reunión, Múgica se muestra «satisfecho con la acogida» que ha tenido por parte del ministro, quien ha reiterado durante el encuentro la necesidad de «imponer sanciones disuasorias a los responsables del fraude». Añade además que «de lo que se trata es que quien la hace, la paga, y de que las sanciones sean lo suficientemente importantes como para que no merezca la pena incumplir la norma, y en esa idea estamos totalmente de acuerdo con el ministro». Múgica insiste en que, en el caso de las trazas de carne de caballo encontradas en alimentos procesados, «no se trata de un problema de seguridad alimentaria» pero, «en cualquier caso, el consumidor tiene que saber exactamente qué es lo que compra». «El consumidor tiene que saber a qué atenerse en todas las ocasiones, pero para eso es importante tranquilizarle, decirle que no estamos ante una situación dramática».

En Francia el prefecto del departamento de Vaucluse, Yannick Blanc, informa de que los análisis realizados hace quince días sobre un cargamento de 320 toneladas de mercancía etiquetada como «carne de vaca» procedente de Holanda y que transitaba por el sur de Francia, «demostraron que había prácticamente en todos los lotes presencia de carne de caballo». La mercancía, destinada a la preparación de platos preparados, fue adquirida por la firma de transformación alimentaria francesa Gel’Alpes. El cargamento procedía de las firmas holandesas Draap Trading y Windmeijer Meat Trading, cuyos nombres ya fueron citados anteriormente en el escándalo de la carne de caballo. De hecho, Yannick Blanc apunta directamente a ese país como origen del fraude: «El origen declarado de la carne es de diversos países europeos, aunque en su mayoría viene de Rumanía, pero pudimos establecer que toda esa mercancía transitó de manera sistemática por depósitos situados en Holanda. (…) Está claro que es a ese nivel que se plantea el problema, ya que en el depósito concernido había un lote que llegó directamente de Rumanía, sin transitar por Holanda, cuyo embalaje está intacto, el etiquetado es correcto y no hay en él trazas de carne de caballo».

El supermercado británico Tesco retira de sus tiendas en la República Checa el salami de marca Herkules, fabricación local, al haberse detectado en el producto cerca de un 5% de carne de caballo no declarada en el etiquetado.

En Reino Unido, la Agencia de Estándares Alimentarios (FSA) informa de que se han identificado cien kilogramos de carne de caballo etiquetada como ternera, importada desde Hungría por la empresa Hungarian Food Ltd. Parte de esta carne (40 kilogramos) ha sido vendida al público en una tienda de Liverpool y en un puesto del mercado de la localidad de Preston (Lancashire). El hallazgo de esta carne, que era comercializada en bolsas de un kilogramo con la etiqueta de ternera y cortada en trozos, fue realizado por el ayuntamiento de Preston que, según indica, realizará análisis para conocer si la carne contiene fenilbutazona, un medicamento para caballos potencialmente peligroso para la salud humana. La FSA comunica además que el resto de carne de equino mal etiquetada que todavía no se ha vendido ha sido ya retirada de la venta, y que ha notificado el descubrimiento a la Comisión Europea y a las autoridades húngaras.

23 de marzo
Los restaurantes de las 15 tiendas de IKEA Ibérica en España vuelven a vender desde hoy albóndigas tras su retirada a finales de febrero al detectar trazas de carne de caballo en algunos lotes. IKEA señala en un comunicado que su compromiso es «ofrecer alimentos de alta calidad, seguros, saludables y producidos de forma responsable», motivo por el que decidió «inmediatamente» parar la venta de las albóndigas e inició el «análisis de la situación» en colaboración con el proveedor sueco y una empresa independiente experta en calidad. Tras estas actuaciones, se han puesto en marcha una serie de medidas que aseguran que las albóndigas «sólo se componen de los ingredientes especificados». Así, se ha simplificado la cadena de suministro reduciendo y limitando el número de proveedores de carne. Además, IKEA ha mejorado los controles en el proveedor, añadiendo dos análisis de ADN: uno previo a la materia prima y otro al producto final. Asimismo, la compañía tiene previsto implementar nuevos requisitos para los proveedores y realizar con regularidad auditorías independientes más amplias para garantizar que los proveedores y subproveedores cumplen estos estrictos requisitos. «Con la implantación de todos estos procesos, las albóndigas que hoy llegan a los restaurantes de la compañía sólo contienen carne de cerdo y vacuno y pueden ser consumidas con total confianza», concluye.

IKEA vuelve a vender albóndigas tras su retirada del mercado el pasado mes  de febrero. (Fuente).

25 de marzo
El Instituto Vasco de Consumo (Kontsumobide) archiva el expediente en el que la OCU denunciaba que las hamburguesas de la marca ‘Eroski basic’ contenían ADN de caballo, según ha informado la compañía en un comunicado. La decisión llega después de que la OCU no haya adjuntado sus análisis a la denuncia y lo hiciera con posterioridad, incluyendo una foto de producto diferente al denunciado y con errores en el lote del producto analizado. Por lo tanto, en contra de lo que sostenía OCU en su informe, el etiquetado del producto «reflejaba fielmente sus características, lo que significa que no ha habido ningún tipo de fraude o falta de información al consumidor», señalan las mismas fuentes.

En Grecia, la EFET (Autoridad Alimentaria Helena) informa de que ha retirado varios productos del mercado por contener carne de caballo sin declarar en el etiquetado. Entre estos productos, se encuentran soutzoukos congelados (con más de un 25% de carne de caballo) y nuggets de pollo congelados (con más de un 10%), producidos por la empresa T&T Foods, y hamburguesas congeladas (con más de un 50%) producidas por la empresa INFANTIS.

1 de abril
El ministro francés de Consumo, Benoît Hamon, declara en una entrevista en la emisora de radio RMC que los platos preparados retirados de la venta por contener indebidamente carne de caballo no se tirarán, sino que se entregarán a asociaciones caritativas para que puedan aprovecharlos. «Ahora corresponde a las asociaciones decidir si aceptan estas donaciones porque para conservar y repartir esos platos hacen falta camiones frigoríficos y conlleva costes», ha señalado Hamon. En cualquier caso, ha precisado que las asociaciones que se queden con esa comida tendrán que informar a los beneficiarios últimos de que hay carne de caballo.

4 de abril
A raíz de la controversia surgida por la presencia de carne de caballo sin declarar en Europa, las autoridades alimentarias de Estados Unidos han informado de que realizarán análisis de especies en las carnes importadas para asegurarse de que los productos que llegan al país contienen los ingredientes señalados. Concretamente los análisis se realizarán sobre las comidas importadas de Islandia, Irlanda, Polonia y Reino Unido.

5 de abril
Ikea ha anunciado que las albóndigas que había retirado del mercado en Bangkok tras el escándalo surgido en Europa, contenían carne de caballo. La multinacional suspendió la venta de albóndigas de sus franquicias de Tailandia y Singapur el pasado mes de febrero por precaución, tras encontrar carne de caballo en tiendas de 13 países europeos, entre ellos España. Según ha informado Lacia Sherlock, gerente de la tienda Ikea en Tailandia, «La prohibición de venta de albóndigas continuará durante algunos meses». En Europa, sin embargo, el problema ya se ha resuelto y las albóndigas han vuelto a comercializarse.

6 de abril
La prensa sueca informa de que Ikea ha retirado del mercado unas 17.600 lasañas de alce tras haberse detectado en ellas carne de cerdo. La irregularidad fue detectada en una inspección realizada por las autoridades belgas. Este producto fue elaborado por el suministrador habitual de la multinacional sueca, la empresa Dafgard, que fue la misma que facilitó las populares albóndigas de Ikea con carne de caballo.

10 de abril
La Autoridad holandesa de Seguridad Alimentaria (NVWA) anuncia que unas 50.000 toneladas de carne de ternera distribuidas en toda Europa por un mayorista holandés podrían haberse mezclado con carne de caballo, y ha pedido su retirada del mercado. La carne se distribuyó a 130 compradores holandeses y a otros 370 del resto de Europa entre enero de 2011 y el mismo mes de 2013, por lo que se considera que una gran parte puede haber sido ya consumida. La NVWA ha precisado que no puede garantizar totalmente el origen de la carne y, por ello, la considera no apta para el consumo, pero asegura que no hay indicios de que pueda suponer un riesgo para la salud. La empresa sospechosa es el mayorista cárnico Selten, con sede en la localidad de Oss, que ya fue sometido a análisis a principios de año en el marco de las investigaciones en toda Europa por la posible venta de carne de caballo por carne de ternera. Según el organismo holandés, parte de esa carne habría sido procesada posteriormente por terceras empresas para elaborar alimentos preparados.

En Reino Unido, la agencia de seguridad alimentaria (FSA) confirma que se ha detectado presencia de fenilbutazona en muestras de corned beef comercializadas por la cadena de supermercados ASDA. Según la FSA esta sustancia «estaba presente en cantidades muy bajas, por lo que el riesgo para la salud humana es muy pequeño». El corned beef comercializado por ASDA fue retirado del mercado el pasado 8 de marzo tras detectarse ADN de caballo, pero después de los resultados positivos obtenidos para fenilbutazona, la empresa ha hecho un llamamiento a los consumidores para que devuelvan el producto y no lo consuman.

Una lata de corned beef. (Fuente).

15 de abril
El Ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, hace públicos los resultados hallados tras realizar los análisis fijados por la Comisión Europea el pasado 19 de febrero en el marco de un plan coordinado de controles para detectar la presencia de carne de caballo no declarada en productos cárnicos, y la presencia de fenilbutazona.  Según ha declarado el Ministro: «De los 189 análisis que se han realizado hasta la fecha, el Ministerio de Agricultura ha hecho 116. En total, ha habido ocho casos en los que ha aparecido ADN de caballo, lo que representa el 4% del total. Las comunidades autónomas en que se han producido esos casos son Murcia (uno), Asturias (uno), Castilla y León (uno) y Castilla-La Mancha (tres)». Los restantes 73 análisis han sido realizados por el Ministerio de Sanidad. Cañete ha subrayado que «un 4% de positivos es un porcentaje bajo que demuestra que los mecanismos de detección funcionan bien» y ha puesto en valor que en ninguna de las muestras había presencia de  fenilbutazona.

En cuanto a las medidas a adoptar, el Ministro ha manifestado que el Gobierno remite la información obtenida en los análisis tanto a los gobiernos autonómicos, como a la Comisión Europea, que «en los próximos días tomará decisiones». En concreto, ha avanzado que se analizarán posibles medidas de ámbito comunitario para «garantizar a los consumidores que no hay fraudes alimentarios de esta naturaleza» así como para fijar «cómo reaccionar cuando se producen y determinar qué red de alerta rápida poner en marcha para ser mucho más eficientes en detectarlos».

16 de abril
La Comisión Europea hace públicos los resultados de los análisis realizados en el marco de un plan coordinado de controles para detectar la carne de caballo no declarada en productos cárnicos, así como la presencia de fenilbutazona. Así, las autoridades competentes realizaron un total de 4.144 análisis de ADN y 3.115 análisis de fenilbutazona en los 27 Estados miembros, encontrando carne de caballo en un 4,66% de las muestras analizadas (193 muestras), mientras que en el 0,51% de las muestras (19 muestras) había presencia de fenilbutazona. Además, se ha informado de que los operadores de empresa alimentaria (productores, procesadores y distribuidores) llevaron a cabo otras 7.951 pruebas para detectar la presencia de ADN de caballo, de los que el 1,38% (110 muestras) arrojaron resultados positivos. Francia es el país en el que más positivos se han detectado, con una tasa del 13,31% (se analizaron 353 muestras de las cuales 47 tenían carne de caballo), seguido de Grecia con un 12,50% (36 positivos en un total de 288 controles) y Alemania, con un 3,35% (encontró ADN de caballo en 29 de 867 muestras analizadas). (Puedes consultar aquí los resultados obtenidos para los 27 Estados miembros). En cuanto a la presencia de fenilbutazona, la EFSA ha realizado una declaración conjunta con la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en la que se concluye que los riesgos asociados a este medicamento son de «preocupación menor para los consumidores debido a la baja probabilidad de exposición y la baja probabilidad de sufrir efectos tóxicos». A la vista de estos resultados, la Comisión Europea ha concluido que «se trata de una cuestión de fraude alimentario y no de seguridad alimentaria».

La Comisión Europea y expertos de los Estados miembros volverán a reunirse el próximo 19 de abril para discutir, entre otros temas, si el plan de la UE de seguimiento coordinado de controles, acordado el pasado 19 de febrero para investigar las prácticas fraudulentas y aumentar la confianza de los consumidores debe ampliarse.

20 de abril 
Tonio Borg, Comisario Europeo de Seguridad y consumo, declara al diario El País que «hay que publicar la lista de marcas que vendieron carne de caballo».

2 de mayo
El tribunal de Apelación de Den Bosch (sur de Holanda) condena a seis meses de cárcel y una multa de 50.000 euros a Jan Fasen, un distribuidor neerlandés que, bajo el etiquetado de carne de ternera «halal», vendió de caballo en el periodo 2007-2009, antes de hacerse públicos los últimos escándalos de etiquetado de la carne en Europa. Se da la circunstancia de que el acusado se ha visto también involucrado en dicho escándalo, actividades sobre las que se ha abierto una investigación.

6 de mayo
El comisario de Salud y Consumo, Tonio Borg, propone modificar la legislación comunitaria para asegurar sanciones más severas contra quienes cometan fraudes como el de la carne de caballo comercializada como de vacuno, con el objetivo de que las multas «estén al menos a la altura del beneficio obtenido por el fraude cometido, para que nunca saquen ventaja. Si la sanción es demasiado baja, el infractor ve una ganancia inmediata». Además la Comisión Europea ha propuesto más inspecciones no anunciadas a la industria alimentaria.

14 de mayo
En los Países Bajos, la cadena de televisión de NOS informa de que, según datos facilitados por la Autoridad de Seguridad de Productos del Consumidor y Alimentos del país (NVWA), más de mil restaurantes, tiendas y carnicerías vendieron carne de ternera contaminada con carne de caballo no apta para el consumo en el país. Estos establecimientos (900 empresas de alimentación, 159 tiendas, 25 carnicerías y un almacén) recibieron el suministro de carne de la mayorista cárnica Selten, con sede en la localidad de Oss. En total se calcula que hasta 50 millones de kilos de carne de ternera podrían haber resultado contaminados al mezclarla con carne de caballo entre el 1 de enero de 2011 y el 15 de febrero de 2013 en toda Europa a través del mayorista Selten.

17 de mayo
En la República Checa el secretario de prensa del Servicio Estatal de Veterinaria, Josef Duben informa de que se están retirando conservas de carne estofada que contenían carne de caballo en lugar de vacuno. Las latas fueron producidas en Letonia por la empresa SIA Kursu Zemey contienen hasta un 87% de carne de caballo.

21 de mayo
En Francia, el ministro de la Agroalimentación, Guillaume Garot, ha anunciado que las etiquetas de los platos preparados detallarán, al final del verano, la composición precisa de la carne, incluida la parte de grasa y de músculo, en respuesta al escándalo sobre la presencia de carne de caballo en platos de carne de vacuno.

28 de mayo
La empresa de cocina preparada francesa Spanghero, en el origen del escándalo europeo sobre la carne de caballo, será liquidada. Tras la decisión tomada por el administrador judicial, los trabajadores lo retuvieron en las oficinas tanto a él como a la dirección hasta la madrugada.

Cartel de entrada a la empresa Spanghero. (Fuente)

8 de abril de 2015
Willy Selten, un mayorista de carne holandés, ha sido hallado culpable y condenado a dos años y medio de cárcel por haber vendido carne de caballo etiquetada como «puro vacuno». El mayorista afirmaba que la carne de caballo se había mezclado por error con otros lotes de carne, sin embargo, el tribunal ha hallado pruebas que muestran que el acusado falsificó facturas, etiquetas y declaraciones escritas, además de haber utilizado documentos falsos para el comercio de carne. Stelten fue detenido en mayo de 2013 sospechoso de estar implicado en uno de los mayores escándalos alimentarios de Europa, por el que se retiraron lotes de carne en todo el continente, desde Irlanda a Grecia.

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