Hace unos días, la Agencia de Inspección Alimentaria de Canadá retiró del mercado una serie de productos tras detectar un error en el etiquetado. Eran semillas de albaricoque que se comercializaban enteras y en forma de harina. En principio esta noticia no parece tener nada de particular y, de hecho, pasó desapercibida. No es de extrañar. A diario se apartan de la venta cientos de productos en todo el mundo por razones similares. Sin embargo, este caso merece especial atención. Y por varios motivos. Veámoslo. (Seguir leyendo en Consumer)
Resumen de privacidad
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Tienes queiniciar sesión para publicar un comentario.