Mensajes recurrentes en las redes sociales ponen en duda la fiabilidad de los pesos indicados en las etiquetas de ciertos alimentos envasados. ¿Caben errores en las mediciones?
Hace unas semanas un chico compró un trozo de carne envasada y, cuando llegó a su casa, lo pesó porque quería cortarlo en varias partes iguales. Hasta ahí todo normal. El problema es que la balanza de su casa indicaba un peso menor del que estaba impreso en la etiqueta del alimento: entre una medida y otra había una diferencia de 55 gramos, o lo que es lo mismo, en torno a un quinto menos de producto. Eso significa que, en lugar de costar 7,10 euros, la pieza debería tener un precio de casi 1,5 euros menos. A su hallazgo compartido en las redes sociales para denunciar este supuesto abuso le siguieron otros mensajes similares que ponían en duda la fiabilidad de los pesos que se indican en las etiquetas de los alimentos. ¿Podemos fiarnos? A continuación te contamos qué errores se pueden dar en las mediciones, cómo funcionan las balanzas industriales o comerciales y por qué son más fiables que las domésticas. (Seguir leyendo en Consumer)
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