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Resumen con las noticias de alimentos más destacadas del año 2022

Resumen con las noticias de alimentos más destacadas del año 2022 611 680 Miguel A. Lurueña

El año 2022 llega a su fin, así que hacemos un repaso por algunas de las noticias y sucesos más destacables de los últimos doce meses. No están todos los que son, pero son todos los que están.

La polémica de los huevos fritos envasados

Comenzamos por algo que ni siquiera llega a la categoría de noticia, pero es uno de los hechos que más ha dado que hablar durante 2022. A finales de noviembre, la cadena de supermercados Mercadona lanzó al mercado los huevos fritos envasados, algo que dejó perpleja a mucha gente por motivos que, en principio, parecen obvios.

Mercadona puso a la venta los huevos fritos envasados a finales de noviembre de 2022, generando una gran controversia. (Fuente)

La mayoría de los comentarios iba en la misma dirección: «¿qué necesidad hay de vender huevos ya fritos y envasados, con lo fácil y rápido que se fríe un huevo y con el impacto ambiental que supone el envase plástico?». Aunque también hubo quien se desmarcó de esa opinión mayoritaria y pensó que el producto estaba enfocado a personas discapacitadas, con problemas para cocinar un huevo por sí mismas.

Lo cierto es que el producto no es nuevo. Fue patentado en el año 2014 por Javier Yzuel, un oscense con experiencia como gestor en hostelería, que lo desarrolló pensando precisamente en ese campo, el de la hostelería. Trataba de solucionar así dos problemas de un plumazo, relacionados con el tiempo y con la seguridad alimentaria.

Freír un huevo es fácil y rápido, pero freír doscientos o trescientos huevos para el comedor de un colegio o de una residencia, ya no es tan fácil ni tan rápido. Además, supone un riesgo porque dejar la yema sin cuajar (que es la característica más peculiar de un huevo frito), puede favorecer el desarrollo de microorganismos patógenos, especialmente de Salmonella. Por eso la legislación obliga a cocinar los huevos hasta un mínimo de 75ºC, es decir, hasta que estén completamente cuajados, o bien, a utilizar ovoproductos (en este caso, huevos tratados por calor), como la famosa «huevina».

Normalmente en los restaurantes, las autoridades sanitarias hacen la vista gorda con estas cosas porque los huevos se fríen y se sirven en el momento, así que el riesgo no es muy grande. Pero en un comedor colectivo, donde pasa mucho tiempo desde que se fríen los huevos hasta que se consumen, el riesgo es mayor, así que las autoridades son más exigentes. Por eso, en los comedores colectivos no se suelen servir huevos fritos, o cuando se hace, se cocinan a la plancha, hasta que la yema está completamente cuajada, lo cual le quita toda la gracia.

Uno de los logros que se persiguieron durante el desarrollo del producto, fue conseguir que los huevos tuvieran puntilla, cosa que finalmente se consiguió.  (Fuente)

El logro de Yzuel, consiste precisamente en haber desarrollado huevos fritos listos para consumir, de manera que sean seguros y puedan prepararse rápidamente, y, por supuesto, que sigan teniendo una yema en la que poder mojar. Por ejemplo, en un comedor colectivo, bastaría con introducir simultáneamente doscientos huevos en un horno de hostelería, de los que cuentan con bandejas a varios niveles, para tenerlos listos en tres o cuatro minutos.

Así pues, el huevo frito listo para consumir tiene bastante sentido en el mundo de la hostelería y la restauración colectiva. De hecho, Burger King se interesó por el producto y lo incorporó en una de sus hamburguesas. Pero, ¿qué sentido tiene en el ámbito doméstico? ¿Tiene algún futuro? Yzuel está convencido de que «en tres años nadie freirá un huevo en su casa» y compara este producto con otros que también se venden listos para consumir, a pesar de su facilidad de preparación, como una lechuga cortada, lavada y embolsada.

Quizá el huevo frito llama más la atención porque es el listón que siempre se ha utilizado para medir las habilidades en la cocina, e incluso en la vida en general; recordemos la famosa frase: «ese no sabe ni freír un huevo». Pero lo cierto es que, mal que nos pese, Yzuel tiene parte de razón. En el mercado podemos encontrar infinidad de alimentos que son equiparables a este, en cuanto a tiempo y dificultad de preparación y que también se venden envasados en plástico. Y es que en los tiempos que corren, muchas personas dan prioridad precisamente a eso, al tiempo y a la comodidad, por encima de otros aspectos, como el impacto ambiental, las características organolépticas, etc.

Por cierto, los huevos fritos listos para consumir, ya dieron mucho que hablar allá por el año 2020, tal como contamos en este artículo: «Huevos fritos congelados y otros enigmas de la alimentación».

El boom de la freidora de aire

Ya que hablamos de inventos, uno de los que triunfó durante este 2022 fue la llamada «freidora de aire». Al igual que el huevo frito listo para consumir, no se trata de una invención reciente. Y de hecho, ya es popular desde hace unos cuantos años, pero ha sido en estos últimos meses cuando ha alcanzado su mayor fama y cuando ha entrado por primera vez en muchas cocinas.

Lo primero que debemos saber es que en realidad las freidoras de aire no existen, porque para freír hace falta aceite. Por definición, la fritura es una forma de cocinado que consiste en sumergir total o parcialmente el alimento en aceite o grasa calientes, como cuando freímos unas patatas en una sartén.

Este electrodoméstico es en realidad un horno de convección de pequeño tamaño. Es decir, un horno en miniatura que cuenta con un ventilador. Esto hace que el cocinado sea mucho más rápido y económico que en un horno convencional, y que además los alimentos adquieran una textura particular, dado que se forma una costra en la superficie debido a la acción del aire forzado.

Las freidoras de aire no existen. Son en realidad hornos de convección. Fuente: Profeco.

Podríamos decir que este artilugio es en buena medida un éxito del marketing. Y es que fue desarrollado en el año 1945 por William Maxon para descongelar comida precocinada en los aviones del ejército estadounidense, pero no se hizo popular hasta que en el año 2010 fue comprado por la empresa Phillips, que lo lanzó al mercado con una campaña que hacía alusión a la dieta saludable (con recetas incluidas) y, sobre todo, haciendo uso de un nombre con mucha fuerza: «Airfryer» (freidora de aire).

Muchas personas se preguntaban si resulta de utilidad y si servía para comer de forma más saludable. Como podemos imaginar, la respuesta es: depende. Depende de lo que vayamos a cocinar en ella. Si cocinamos patatas fritas a diario, no hará que nuestra dieta sea saludable, a pesar de no utilizar casi aceite, mientras que si la empleamos para cocinar verduras, puede ser una buena aliada. En cuanto a su utilidad, resulta muy versátil, así que es fácil sacarle buen partido.

Hablamos con más detalle de este electrodoméstico en este artículo: «Freidoras de aire: ¿son tan buenas?»

El año de la algarroba

Como se suele decir, no hay dos sin tres. El huevo frito precocinado y la freidora de aire ya se conocían tiempo atrás, pero se popularizaron durante 2022, y lo mismo sucedió con la algarroba, que se ha convertido en una especie de «superalimento» en el que todo el mundo se fija. Tanto es así, que su demanda y su precio se han disparado, de modo que ha pasado de unos 20 céntimos el kilo en el año 2012 a unos 1,70 euros por kilo en 2022. Es decir, en la actualidad se pagan unos 1.700 euros por tonelada, así que los robos se han multiplicado en los últimos meses. 

La vaina de algarroba está constituida por una pulpa pegajosa y unas semillas de forma almendrada con tamaño de garbanzo. (Fuente)

La algarroba es el fruto del algarrobo, un árbol muy rústico, que no necesita apenas cuidados ni agua. Estos frutos tienen forma de vaina, de unos 10-15 cm de longitud, y están compuestos por dos partes: una pulpa dulzona y pegajosa, llamada algarrobina, que tradicionalmente se ha empleado para la alimentación del ganado, y unas semillas muy duras del tamaño de un garbanzo.

La algarroba se ha puesto tan de moda en los últimos meses porque tiene infinidad de aplicaciones: en la industria cosmética, textil, farmacéutica, química… y también en la industria alimentaria. En alimentación humana la algarroba se ha empleado tradicionalmente en épocas de carestía, especialmente en la posguerra. Por eso se ha considerado siempre un alimento humilde e infravalorado. Pero en la actualidad se conoce mucho mejor su interesante composición y se han desarrollado infinidad de aplicaciones: a partir de las semillas se obtiene goma garrofín, que es un aditivo que se emplea para mejorar la textura de los alimentos, mientras que a partir de la pulpa, se obtiene harina de algarroba, que ha alcanzado mucha popularidad en los últimos años como sustituto del cacao, dado que tiene unas características organolépticas parecidas, con la ventaja de que no contiene teobromina, que es un alcaloide estimulante, similar a la cafeína.

Hablamos con más detalle de la algarroba en este artículo: «La edad de oro de la algarroba: de alimento humilde a ‘superalimento’»

La polémica de las macrogranjas

El año 2022 comenzó con una intensa polémica, generada a raíz de unas declaraciones del Ministro de Consumo, Alberto Garzón, al diario The Guardian. Dijo textualmente lo siguiente:

“Extensive farming is an environmentally sustainable means of cattle farming and one that has a lot of heft in parts of Spain such as Asturias, parts of Castilla y León, Andalucía and Extremadura,” he said. “That is sustainable; what isn’t at all sustainable is these so-called mega-farms … They find a village in a depopulated bit of Spain and put in 4,000, or 5,000, or 10,000 head of cattle. They pollute the soil, they pollute the water and then they export this poor quality meat from these ill-treated animals.”

Que traducido viene a ser:

“La ganadería extensiva es una forma de ganadería ambientalmente sostenible y que tiene mucho peso en partes de España como Asturias, partes de Castilla y León, Andalucía y Extremadura. (…) Eso es sostenible; lo que no es para nada sostenible son estas llamadas macrogranjas… Encuentran un pueblo en una parte despoblada de España y ponen 4.000, o 5.000, o 10.000 cabezas de ganado. Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados”.

El término «macrogranja» se utiliza de forma coloquial para las explotaciones donde se crían cientos de animales. En una de porcino puede haber más de 2.000. (Fuente)

 

En otras palabras, Garzón defendió la ganadería extensiva y criticó el modelo de producción intensiva basado en macrogranjas. ¿Fueron unas declaraciones acertadas? Quizá debería haber aclarado a qué se refería cuando habló de «carne de mala calidad» y de «animales maltratados». Si consideramos el contexto, que es la comparación frente al sistema extensivo, no hay duda de que la carne procedente de animales criados en macrogranjas posee peores características, dado que no realizan ejercicio y se alimentan exclusivamente a partir de pienso, lo que influye notablemente sobre aspectos como el sabor, el aroma o la textura. Si hablamos de seguridad alimentaria, los animales criados en macrogranjas tienen más probabilidad de enfermar y por lo tanto es más probable que requieran más tratamientos veterinarios, pero en cualquiera de los dos sistemas de producción se obtiene carne segura para la salud (si se aplican tratamientos veterinarios al ganado, hay que respetar un tiempo de espera para que metabolicen los medicamentos antes de ser sacrificados).

Por otra parte, habría que considerar a qué se refería el ministro con «maltrato». Si hablamos del bienestar de los animales, no cabe duda que los que se crían en extensivo, con acceso al aire libre y una gran superficie de terreno disponible, gozan de un mayor bienestar que los que se crían en macrogranjas, sin acceso al aire libre y encerrados en cubículos.

Todo esto es, en cierto modo, debatible, criticable o matizable. Pero lo que transmitieron muchos medios de comunicación y muchos políticos fue que el ministro estaba atacando a la ganadería española, así, sin matices. La tergiversación llegó hasta tal punto que casi todo el mundo perteneciente al sector cárnico se puso contra Garzón.

Por ejemplo, los ganaderos de producción extensiva exigieron la destitución del ministro «por atacar la ganadería extensiva», cuando, precisamente, lo que hizo Garzón fue defenderla.

Ganaderos de producción extensiva exigiendo la destitución del Ministro de Consumo por defender la ganadería extensiva. Lo que hace la desinformación… (Fuente)

 

Podemos encontrar muchos ejemplos más, como este de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, que en el año 2018 exigían la prohibición de las macrogranjas y en 2022 exigieron la rectificación o la dimisión del ministro por criticarlas.

 

Más allá de estas polémicas del campo de la política, hay que aclarar que en realidad el término «macrogranja» no goza de una definición formal ni legal, sino que se pertenece al ámbito coloquial. Se utiliza para designar las explotaciones intensivas de ganado (normalmente de porcino) donde se crían miles de animales. Para orientarnos podemos tomar como criterio el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes, donde se recogen datos acerca de las emisiones de la actividad industrial al medio ambiente. En él se establece una categoría donde se incluyen las explotaciones avícolas con más de 40.000 plazas para gallinas ponedoras y las explotaciones porcinas con más de 2.000 plazas para cerdos de cebo de más de 30 kg. Atendiendo a estos criterios, existen 3.415 explotaciones en España con estas características. De todos modos, las llamadas “macrogranjas” no se caracterizan solo por el notable número de animales, sino también por otras características, como su relación con el entorno.

Para tratar de evitar los efectos adversos de este tipo de explotaciones sobre el entorno, se publicó en el año 2020 un real decreto donde se recogen las normas básicas de ordenación de las granjas porcinas intensivas y donde se limita el número de animales que puede haber en las nuevas instalaciones. Recientemente se ha publicado además una normativa análoga para ganado bovino.

Hablamos sobre todo ello con más detalle en este artículo: «Macrogranjas, calidad de la carne e impacto ambiental: claves para entender el debate».

Prohibición del dióxido de titanio

A mediados de enero, la Comisión Europea publicó un Reglamento para prohibir el dióxido de titanio en alimentos. Se trata de un colorante, clasificado con el código E 171, que era ampliamente utilizado en productos de color blanco, especialmente en chicles y productos de confitería. La normativa entró en vigor el 8 de agosto, de modo que, desde esa fecha, las empresas ya no pueden utilizar este compuesto en sus productos (todavía se pueden vender los producidos antes de ese momento, hasta su fecha de caducidad o de consumo preferente).

Desde agosto de este año, los chicles son menos blancos que antes, debido a la prohibición del dióxido de titanio, el colorante que se utilizaba en su elaboración.

Esta medida sorprendió a mucha gente, pero se esperaba desde tiempo atrás. De hecho, es uno de los aditivos sobre los que existía más controversia. Finalmente, en mayo de 2021 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria reevaluó su seguridad, tal y como se hace habitualmente con los aditivos, llegando a la conclusión de que no se consideraba seguro. Eso no significaba que su consumo fuera un peligro inminente para la salud (por eso no se retiró del mercado de forma inmediata), sino que su consumo continuado podía aumentar el riesgo de sufrir determinadas patologías.

Este caso alimentó la desconfianza de muchas personas hacia los aditivos, que ya de por sí son sustancias que nunca han gozado de buena fama. La pregunta que más se repetía era «¿cómo sabemos que no va a suceder lo mismo con otros aditivos?», es decir, ¿podemos confiar en la seguridad de los aditivos que se utilizan hoy? En este sentido debemos saber que la seguridad de estas sustancias se evalúa periódicamente, de manera que si el avance de los conocimientos o los cambios en los hábitos dietéticos muestran que alguna de ellas puede suponer un riesgo para la salud, se toma la decisión de reducir su dosis permitida o de prohibir su uso, como ha ocurrido con el dióxido de titanio y con otros aditivos antes que este. Por lo que hoy sabemos, las sustancias que están permitidas son seguras. Es en esto en lo que debemos basar nuestras decisiones y no en el temor infundado a lo que pueda suceder en el futuro. En caso de que existan temores fundados, lo que se hace es aplicar el principio de precaución.

Hablamos con más detalle de la prohibición del dióxido de titanio en este hilo de Twitter

Alertas alimentarias: de la pizza Buitoni al huevo Kinder

En 2022 también causaron mucha preocupación otras noticias relacionadas con la seguridad de los alimentos. Las más llamativas fueron, sin duda, las relacionadas con dos importantes alertas alimentarias. Tuvieron gran repercusión por varios motivos: se sucedieron en un corto espacio de tiempo, afectaron a productos muy populares que además suelen ser consumidos por niños y tuvieron consecuencias graves. Pero vayamos por partes.

El caso de Buitoni

A finales de marzo supimos que dos niños habían fallecido en Francia y al menos 75 habían enfermado debido al consumo de pizzas de la marca Buitoni (Nestlé), concretamente de la línea Fraîch’ UP, de masa cruda. El motivo es que estaban contaminadas con una bacteria, Escherichia coli, causante de síndrome urémico hemolítico, una enfermedad potencialmente grave que afecta a los riñones.

La pizza Buitoni Fraîch’ UP contaminada con E. coli causó la muerte de dos niños de siete años y enfermó a más de setenta, de los cuales, unos cuarenta tuvieron que ser hospitalizados.

Este caso provocó además desconcierto en muchas personas porque se supone que las pizzas se hornean antes de consumirlas y que el calor elimina las bacterias, así que mucha gente se preguntaba qué había ocurrido aquí.

Es cierto que Escherichia coli se elimina con el calor (muere a 70ºC), así que resulta extraño que estuviera presente en un alimento que se cocina a 200ºC. Muchas personas pensaron que quizá el problema estaba asociado a las toxinas que produce esta bacteria (toxina shiga), que sí son resistentes al calor (resiste 70ºC, aunque se destruye si calentamos a 100ºC durante 5 minutos). Pero la toxina preformada en el alimento no está asociada a la enfermedad. En realidad lo que ocurre en estos casos es que ingerimos el alimento contaminado con la bacteria y esta produce la toxina en nuestro intestino. Es decir, se deduce que el problema se debió a una alta presencia de E. coli en las pizzas y que estas no se cocinaron suficientemente, quizá porque se prepararon en el microondas, donde los alimentos no suelen alcanzar temperaturas muy altas (este punto está aún bajo investigación). Aunque obviamente, el principal problema no fue la manipulación por parte de los consumidores, sino la contaminación previa del alimento, debida probablemente a unas malas prácticas en la empresa productora. De hecho, algunos empleados denunciaron supuestas negligencias.

En mayo se presentó una denuncia penal ante el Tribunal Judicial de París, así que previsiblemente el caso tendrá consecuencias penales y económicas para los responsables. Mientras tanto, el 21 de diciembre y tras un parón de nueve meses obligado por las autoridades francesas, la planta donde se fabricaron las pizzas ha reanudado recientemente su actividad. Aunque solo lo ha hecho de forma parcial (no ha retomado la elaboración de la línea afectada) y aplicando un protocolo acordado con las autoridades para evitar que el suceso se repita.

Hablamos con más detalle de este caso en este hilo de Twitter.

El caso de los huevos Kinder

Por si fuera poco el revuelo que causo la noticia anterior, apenas tres días después llegaron noticias de una alerta alimentaria que afectaba a varios países europeos, entre ellos España, y que estaba asociada a la presencia de Salmonella en huevos de chocolate de la marca Kinder (Ferrero) fabricados en Bélgica. Había numerosos productos implicados, desde los famosos huevos Kinder, hasta otros como Schocobons o Kinder Happy moments y, aunque fueron retirados del mercado, los casos de salmonelosis fueron aumentando incesantemente, hasta sumar unos 450 en más de diez países, tanto europeos, como del continente americano.

La bacteria Salmonella no solo puede estar en los huevos de gallina.

De nuevo, el caso resultó desconcertante para muchas personas, que asociaban la bacteria Salmonella casi exclusivamente a los huevos de verdad, y no a los huevos de chocolate. Pero lo cierto es que puede estar presente en casi cualquier alimento, si no se toman medidas adecuadas para evitarlo. Curiosamente la alerta se produjo antes de Pascua, que es la fecha del año en la que más productos se consumen de este tipo, lo que dio pie a rumores (infundados) acerca de un posible boicot a la empresa.

Ambos casos continúan aún bajo investigación.

Más alertas alimentarias

Las anteriores no fueron las únicas alertas alimentarias relevantes de 2022, ni mucho menos. Hubo otras que también llamaron mucho la atención, sobre todo por afectar a productos de marcas muy conocidas.

En junio supimos que la mayor fábrica de chocolate del mundo, perteneciente a la empresa belga-suiza Barry Callebaut, se había visto obligada a cerrar por presencia de Salmonella en sus productos, un caso que en principio no tenía relación con el de los huevos Kinder.

A finales de septiembre se comunicó una alerta por presencia de Listeria en salchichas tipo Frankfurt de las marcas Pavo y Wudy, fabricadas en Italia. En principio parece que no afectó a ninguna persona en España, pero en su país de origen enfermó a 90 personas, causando tres muertes.  (Hablamos sobre este brote en un hilo de Twitter y sobre la importancia de Listeria en este artículo: «Listeria: el patógeno que trae de cabeza a la industria alimentaria»).

En octubre, una alerta alimentaria advirtió sobre la posible presencia de trozos de metal en cacahuetes y frutos secos de la marca Eagle y de numerosas marcas blancas de diferentes supermercados: Lidl, Consum, Carrefur, Eroski y Dia.

Estos fueron algunos de los productos implicados en la alerta que advertía de la posible presencia de partículas de metal en frutos secos y cacahuetes. (Fuente)

Aunque no se trató de una alerta alimentaria, también dio mucho que hablar una noticia que hablaba de la presencia de gusanos en la sopa del personal médico del Hospital de León, servida por la empresa Serunión. El caso indignó a mucha gente porque además esa empresa ya había sido sancionada por la Junta de Castilla y León por el mismo motivo, cuando se denunció la presencia de gusanos en los comedores escolares de cinco colegios leoneses en el año 2014. Hay que aclarar que, en principio, la presencia de esos insectos, presumiblemente gorgojos, no representa una amenaza para la salud, aunque es síntoma de que presuntamente la pasta no fue almacenada en condiciones adecuadas, sobre todo, de temperatura y humedad.

Esta es una de las imágenes con las que el personal médico denunció la presencia de insectos en la comida servida en el Hospital de León. (Fuente)

La cosa no acaba aquí. En 2022 hubo muchas más alertas alimentarias: presencia de caucho en conserva de pisto del supermercado Aldi, presencia de Salmonella en chistorra del supermercado Lidl y muchas más. Tanto fue así, que muchas personas se preguntaron si nos encontrábamos ante una situación anómala, porque percibían que el número de alertas alimentarias parecía muy superior al de otros años. Pero en principio no parece que haya sido así. Lo que ocurre es que algunas de esas alertas han afectado a productos muy conocidos. También sucede que las alertas alimentarias se transmiten cada vez mejor a la población, gracias en buena parte a la labor de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).

Hablamos de ello en este artículo: «¿Por qué cada vez hay más alertas alimentarias y qué podemos hacer?».

Desabastecimiento de leche de fórmula en Estados Unidos

En Estados Unidos un brote asociado a la presencia de una bacteria patógena (Cronobacter) en leche de fórmula llevó al hospital a cuatro bebés, de los cuales dos fallecieron. Esto ocurrió en el mes de febrero y causó un efecto dominó que llevó, a partir de mayo, a una falta de existencias del 43% en todo el país. La situación fue muy grave, dado que en ese país no existe la baja por maternidad, así que muchas personas se ven obligadas a alimentar a sus bebés con leche de fórmula. De hecho, el presidente tomó cartas en el asunto y el ejército tuvo que intervenir, importando leche de otros países.

Para entender cómo es posible que uno de los países más ricos y poderosos del mundo se haya visto en esta situación puedes leer este artículo o este hilo de Twitter, donde lo conté con detalle.

Desabastecimiento y encarecimiento de los alimentos

Uno los motivos que contribuyó al desabastecimiento de leche de fórmula en Estados Unidos fue la pandemia de covid, que provocó interrupciones en la producción (transporte, materias primas, mano de obra, etc.). Esto se vio agravado además por el acaparamiento que hicieron algunas personas, precisamente por temor al desabastecimiento.

En Europa la disponibilidad de leche de fórmula no se vio afectada, pero esos fenómenos también influyeron sobre la cesta de la compra. Por si fuera poco, la cosa se complicó mucho más debido a otros motivos, como la guerra de Ucrania,  la crisis energética o la crisis climática. En pocas palabras, esto llevó al encarecimiento de la energía y de las materias primas e incluso al desabastecimiento de algunas de ellas.

El desabastecimiento de aceite de girasol llevó a algunos supermercados a limitar su venta para que el problema no se agravara aún más debido al acaparamiento.

El caso más claro podemos encontrarlo en el aceite de girasol. Ucrania es uno de los principales productores mundiales de girasol y de cereales, como trigo, maíz y cebada. La guerra paralizó la exportación, lo que se tradujo, entre otras cosas, en un desabastecimiento de aceite de girasol, cuyo precio aumentó significativamente. Los supermercados se vieron obligados a limitar su venta y muchos productores tuvieron que sustituir esa materia prima por otros tipos de aceite. De hecho, se aprobó de urgencia una normativa para permitir ese cambio.

Una normativa aprobada de urgencia permitió de forma excepcional la sustitución de aceite de girasol por otros tipos de aceite, para hacer frente al desabastecimiento. Muchas empresas lo declararon en el envase de forma poco clara, lo que causó desconfianza en muchas personas.

 

Reduflación: una nueva estrategia para pagar más sin que lo notes

El encarecimiento de los precios de los alimentos y de la energía fue una de las noticias más importantes del año 2022 y dio mucho que hablar por diferentes motivos. Por ejemplo, comenzamos a oír hablar de un término que ya existía pero que para muchos era desconocido hasta entonces: la «reduflación». Fue una estrategia que siguieron algunas conocidas empresas para intentar que esa subida de los precios pasara desapercibida para los consumidores. Consiste en reducir el contenido de los envases, manteniendo los precios, con lo cual acabamos pagando el mismo importe que antes, pero por menos cantidad de producto. Así vimos por ejemplo que el bote de Cola Cao que antes contenía 800 g, de repente tenía 760 g, o que los paquetes de pastas Gallo, que antes contenían 500 g, ahora tenían 450 g.

Algunas empresas redujeron el contenido de sus envases sin advertirlo a los consumidores para intentar que las subidas de precios pasaran desapercibidas.

La reduflación es una práctica legal, siempre que se declare el contenido en el envase, pero muchas personas consideran que es poco ético. Hablamos sobre ello en este artículo: «Reduflación: cómo suben los precios de la comida sin que lo notes».

Escasez de hielo

En uno de los veranos más cálidos que se recuerdan, el encarecimiento de la energía provocó también una escasez de cubitos de hielo, lo que obligó a algunos supermercados a limitar su venta y disparó las ventas de máquinas de hielo.

La escasez de hielo obligó a algunos supermercados a limitar su venta (Fuente)

 

¿Soluciones para contener el precio de los alimentos?

Para tratar de contener el precio de los alimentos se propusieron diferentes acciones por parte algunos sectores  del gobierno. Una de ellas fue la de topar el precio de algunos productos básicos. También se habló de lanzar una cesta de la compra básica, constituida por productos de primera necesidad, a un precio asequible, una propuesta realizada por Carrefour. Pero finalmente esas iniciativas no se llevaron a término.

Esta es la cesta básica de la compra que propuso Carrefour y que ofreció durante algún tiempo, pero fue criticada por no incluir algunos productos básicos, como carne, pescado o fruta fresca. (Fuente)

La propuesta que finalmente sí se hizo efectiva fue la reducción del IVA durante seis meses de los alimentos básicos (pan, harinas panificables, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales), que pasan del 4% al 0%, y del aceite de oliva y la pasta, que pasan del 10% al 5%. En la primera mitad de 2023 podremos ver si resulta efectiva o no.

Coto a los refrescos

Durante 2022 también se habló bastante acerca de los refrescos, a raíz de la publicación de un estudio que evaluaba el impacto de una decisión tomada un par de años antes: la subida del IVA a las bebidas azucaradas y edulcoradas, del 10% al 21%, para desincentivar su consumo. La medida redujo el consumo en unos 11 litros por hogar, entre las familias de menor poder adquisitivo.

La subida del IVA de las bebidas azucaradas y edulcoradas se aplicó en enero de 2021. A finales de 2022 se publicó un estudio que evaluaba su impacto. (Fuente)

Hablamos con detalle sobre ello en este artículo: «Subir el IVA de los refrescos reduce su consumo».

A vueltas con el Nutriscore

Durante este año 2022 también se ha hablado del famoso Nutriscore, un sistema de etiquetado frontal que trata de resumir las características nutricionales del alimento en un código que asigna una puntuación con la que se pretende facilitar la compra. Desde su lanzamiento ha recibido infinidad de críticas y los autores del sistema han ido tomando nota para modificar los criterios en los que se basa y tratar de mejorarlo. Una de esas modificaciones se anunció este año y de nuevo dio mucho que hablar.

Puedes leer sobre ello en este artículo de Javier Sánchez Perona: «Nuevos criterios de Nutriscore: cambiar para que todo siga igual».

Nueva guía dietética

En diciembre, la AESAN publicó una nueva guía dietética que aporta un soplo de aire fresco con respecto a las que existían anteriormente porque no incluye dogmas como el de comer «con moderación» o el que dice que hay alimentos «imprescindibles» (p.ej. la leche). Además se tiene en cuenta el impacto ambiental. Puedes leerla aquí: «Recomendaciones dietéticas saludables y sostenibles»

¡Feliz año 2023!

Hasta aquí lo que ha dado de sí el año 2022 en materia de alimentación. Ha habido muchas otras noticias, pero creo que estas resumen lo que más ha dado que hablar. Si crees que me he dejado alguna en el tintero que merece ser incluida en este artículo, puedes dejar un comentario.

Muchas gracias por seguir ahí. Espero que este futuro 2023 sea un buen año para ti y para los tuyos.