En Navidad se consume más marisco que en cualquier otra época del año. Langostinos, langostas, gambas y cigalas forman parte esencial de muchos menús. Pero también protagonizan algún que otro disgusto, porque es frecuente que sobre estos crustáceos aparezcan unas manchas negras, lo que provoca cierta desconfianza. ¿Nos han vendido marisco pasado? ¿Podemos consumirlo o debemos desecharlo para evitar riesgos para la salud? A continuación veremos por qué el marisco tiene a veces manchas negras, cuál es su relación con la seguridad alimentaria y cómo evitar que surjan. (Seguir leyendo en Consumer)
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