El mercado está repleto de productos que se presentan como más ligeros y saludables porque aportan menos grasas, azúcares o sal. Detrás de estos reclamos se esconde mucha confusión y falsas creencias.
Solemos pensar que los productos light tienen poca grasa, pocas calorías, no engordan e incluso que son más saludables que sus versiones convencionales. Estas ideas se deben sobre todo a que las grasas y las calorías todavía están en el punto de mira de muchas personas preocupadas por el peso y por la salud, generalmente porque siguen convencidas de que las grasas “engordan” y son “malas para el corazón”. Pero la realidad es bastante más compleja. Hablamos de ello en tres artículos de Consumer:
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