Encontrar un pelo en la comida no es buena señal. Eso lo sabe casi todo el mundo. Pero más allá del asco que nos pueda dar, ¿qué problema existe desde el punto de vista de la salud?
¿Es peligroso encontrar un pelo en la comida? ¿Cuál es el problema real de que esté ahí? Este tipo de dudas se repite a menudo cuando se trata de seguridad alimentaria. Conocemos muchos de los hábitos que deberíamos seguir, como lavarnos las manos después de ir al baño, pero a veces no conocemos con detalle el fondo de la cuestión. En otros casos, incluso desconocemos algunas de esas recomendaciones, como la de evitar las hamburguesas poco hechas o la de no lavar los huevos ni el pollo crudo. En este artículo aclaramos algunas de esas dudas y te damos pautas básicas para manipular los alimentos de forma segura. (Seguir leyendo en Consumer).
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